Bienvenidos a presenciar la Obra Maestra

Obra maestra o Magnum opus, significa trabajo hecho con asombrosa habilidad o el trabajo más grande de un artista, y ése es el título que ostenta el Carnaval de Oruro, que tiene como autores a muchos artistas, desde bordadores, boticeros, músicos, peinadoras, maquillistas, costureros, mascareros y los mismos bailarines, quienes lo ejecutan con gran maestría.

El Carnaval de Oruro es una pieza del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y como está ejecutada con maestría, de ahí viene el nombramiento por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, hace algo más de dos décadas.

Por lo general, los artistas y artesanos se toman más de medio año para preparar los trajes, realizar los bordados, que son por lo general una tradición familiar, es decir, es un arte que se transmite de generación en generación. Lo mismo ocurre con los mascareros, que investigan la utilización de nuevos materiales, y usan la imaginación para crear cosas nuevas, sin salirse de lo tradicional.

Los músicos, algunos ahora estudian para interpretar sus respectivos instrumentos, pero los más antiguos saben que el secreto está en el “sereno” o “sireno”, un dios andino que vive en la oscuridad de los instrumentos y es el que les da potencia, armonía y afinación, para que suenen tan bien, y realizan el ritual para obtener al más poderoso, ya que éste les dará éxito en su interpretación.

Mientras peinadoras y maquillistas estudian las tendencias para hacer su mejor trabajo en el rostro y cabello de las bailarinas.

Los devotos danzantes, también se preparan con anticipación, los nuevos aprenden pasos y los antiguos enseñan o inventan otros, igualan e intentan la coreografía más adecuada, que emocione y guste al público, a la vez ejercitan su resistencia para bailar por cuatro kilómetros, hasta llegar a los pies de la Virgen del Socavón.

Sólo quienes realizan esa travesía con fe y devoción hasta llegar al santuario, donde pasarán arrodillados por el altar de la Virgen María, en su advocación de la Candelaria, saben de los sentimientos encontrados que bullen en su interior, y la emoción embarga su corazón, por lo que desborda y sale en forma de lágrimas de agradecimiento, alegría y mucho más.

Mientras que, en las calles, los espectadores se acomodan, a los costados en graderías armadas con una semana de anticipación, para divertirse y disfrutar del espectáculo.

Todo eso parece hermoso, pero no faltan quienes consumen de manera excesiva bebidas alcohólicas y deslucen la fiesta, y un anticipo de ello pudo verse en el Último Convite, donde muchos se demandaron, mostrando lo feo de la desorganización y los excesos con el alcohol y otras sustancias dañinas.

Recordemos que el de este año es un Carnaval diferente, porque se lo vive en plena temporada de pandemia del coronavirus, por lo que se deben cuidar, entre otras cosas, de seguir las medidas de bioseguridad.

A tiempo de hacer un llamado a participantes y espectadores para mostrar lo mejor y lo más lindo del Carnaval de Oruro, damos una calurosa bienvenida a quienes nos visitan desde diferentes lugares, del país y del mundo, disfruten y diviértanse sanamente.¡