Jueves 24 de febrero de 2022

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Toda persona que cree en la democracia siempre está dispuesta a ofrendar su vida, precepto que hace notable la preocupación que tienen los organismos internacionales defensores se los derechos humanos por la forma como se lleva la situación de la señora Jeanine Áñez.
Resulta contraproducente el hecho de que los que imparten justicia, actúen conforme reciben los mandatos del Poder Ejecutivo y el Movimiento al Socialismo, inclusive, no dando lugar a una clemencia humana a la tiene derecho la exmandataria.
Se advierte, por indicios y señales, que los masistas quieren mantenerla presa a la exdignataria como un “Trofeo de guerra” para que sirva de escarmiento y aviso preventivo a todos los bolivianos que se atrevan a abrir la boca en desmedro del actual proceso socialista que está en marcha.
Es por ello que los entes defensores de los derechos humanos consideran que la presencia en Bolivia de la señora Bachelet es determinante para que, con sus propios ojos, constate como se vulneran los principios de la soberanía, libertad y justicia en el país por una casta que a toda costa quiere que Bolivia sea una plataforma desde donde se irradie el socialismo a toda Sudamérica.