El último ensayo dará la pauta

Hoy se desarrolla el Último Convite, siendo el último ensayo antes del Carnaval, será una buena ocasión para revisar el comportamiento de la pandemia del coronavirus, las cifras mostrarán un panorama claro sobre los contagios y darán una pauta sobre si fue prudente o no realizar esta actividad.

Antes de la pandemia, el Último Convite se convirtió en el ensayo del Carnaval, por el mismo recorrido que se hace el Sábado de Peregrinación y el Domingo de Corso, para verificar la resistencia de los bailarines, quienes deben peregrinar bailando y llegar a los pies de la Virgen del Socavón, para cumplir su promesa y agradecer los favores recibidos de la santa Madre de Dios.

Sin embargo, se denomina Convite, porque en el pasado, algunos conjuntos folklóricos realizaban un intercambio de confraternidad en que unos ofrecían comida y otros respondían invitando la bebida, es decir entre integrantes de ambos conjuntos se convidaban algo.

Esa práctica de convidar alimentos y bebidas es muy antigua y se mantuvo hasta hace poco, pero al igual que otras tradiciones ya se está perdiendo, porque intervienen muchos factores como el tiempo que lleva hacer el recorrido y otros.

A diferencia del Carnaval, en el Convite se baila con un uniforme pero no así con el disfraz que usarán para la entrada, tampoco usarán las caretas que en la peregrinación no deben quitarse los danzantes para nada en señal de que no se trata de un afán de figuración sino de esfuerzo y sacrificio que ofrecerán a la Virgen María en su advocación de la Candelaria.

Obviamente para muchos, especialmente para los jóvenes, tanto el Convite, como el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, son espacios de esparcimiento y disfrute, también propicio para compartir bebidas espirituosas, que con el desenfreno y poca moderación puede terminar dando una imagen equivocada de lo que es la fiesta religiosa.

En la pasada gestión, se vivió la fiesta a través de las pantallas, por las redes sociales, donde los devotos expresaron con palabras su homenaje a la Candelaria, mostrando su emoción y sus deseos de volver a las calles, donde se desarrolla el recorrido rumbo al Santuario de la Virgen, para rendirse a sus pies.

Fue una decisión muy difícil de asumir el hecho de autorizar su realización en la presente gestión, en medio de la pandemia, con el pretexto de la fe y la devoción, por lo que, lo menos que pueden hacer los devotos es cumplir con su recorrido sin embriagarse y llegar a los pies de la imagen de Nuestra Señora del Socavón sobrios y esforzados, para rendirle pleitesía, como lo demanda la tradición.