Menores homicidas, un lado oscuro de la sociedad dominicana
29 abr 2012
Fuente: La Patria
Por: Elsy Fors Garzón - Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Ocho menores cometieron cuatro crímenes horrendos en Dominicana, en los últimos dos meses, pero la culpa viene de mucho más atrás.
La delincuencia infantil es quizás el lado más oscuro de la violencia en la sociedad dominicana. Reportes policiales dan cuenta que entre febrero y marzo, ocho niños y adolescentes causaron la muerte de otros tres menores y de un adulto.
En cuanto a las vías para enfrentar y revertir esa tendencia, hay diversos puntos de vista.
El ex presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, Alejandro Uribe Peguero, es del grupo de esos profesionales que piensan que, desde el punto de vista de la salud mental, los menores delincuentes no se regeneran.
En 2011, el gremio que agrupa a psicólogos y psiquiatras, presidido por José Miguel Gómez, emprendió una acción más práctica al alertar, en un llamado al gobierno, acerca de que la violencia social se ha convertido en "tierra de nadie", donde no existe una estrategia de toda la sociedad para atacar el mal de raíz.
La falta de políticas públicas para detener, prevenir y disminuir la cultura de la violencia hace a la sociedad impotente, indefensa y resignada ante esta situación de agresividad y delincuencia.
La Sociedad Dominicana de Psiquiatría (SDP) exhortó a las instituciones del Estado, la Iglesia, la sociedad civil y los ciudadanos conscientes a buscar soluciones y aplicar políticas públicas que controlen la violencia.
Es lamentable observar, dice la SDP, cómo la población joven y adulta en edades productivas participan en muertes violentas debido a factores multicausales como son la exclusión social, el desempleo, la pobreza, el abuso de drogas y la disfunción familiar crónica.
Y también frustración, desesperanza aprendida, falta de habilidades para la vida, trastorno de personalidad y la despersonalización a causa de la crisis de identidad en que viven cientos de jóvenes en el país.
Los psiquiatras afirman que cualquier sociedad organizada con inversión en el bienestar social, el desarrollo y la felicidad de sus ciudadanos asume la cultura de paz, de respeto a la vida y a la seguridad ciudadana.
Todas estas problemáticas psicosociales se deben al incremento del abuso de alcohol, marihuana, cocaína y otras drogas, pero también el acceso fácil a las armas de fuego.
Ello unido a la crisis moral, la debilidad del aparato judicial y la falta de respuestas económicas, tecnológicas y sociales para la población en edades productivas.
Es penoso observar, dicen los psiquiatras, cómo se han incrementado las familias rotas, los divorcios, la deserción escolar, la deambulación sin propósito por las calles de las grandes ciudades y zonas rurales, exponiéndose a los maltratos físicos, emocionales, psicológicos, sexuales, pareciendo una sociedad indiferente a la población infantil y adolescente.
CAMINO MÁS FÁCIL, PERO ERRADO
El Código del Menor fue aprobado en diciembre de 2011 por el Congreso Nacional, pero según el psiquiatra infanto juvenil José Miguel Gómez, resultó más fácil a los legisladores endurecer las penas a menores infractores que disponer recursos para instituciones como Niños con Don Bosco, la cual trabaja en la rehabilitación de esas conductas.
El presidente de la SDP advirtió que la modificación del Código refleja la irresponsabilidad de una sociedad y de instituciones que solo enfrentan las consecuencias de los hechos, no sus causas.
Solicitó que el Estado se involucre en cambiar la cultura de posesividad y del macho de hogares, que en más de un 37 por ciento son administrados por las mujeres.
El especialista aseguró que los indicadores de salud mental se han deteriorado en forma significativa en el país.
Señaló que las autoridades invierten en esta área sólo el 0.8 por ciento del presupuesto, cuando los estudios indican que debe ser al menos el tres por ciento de los recursos públicos.
CRÍMENES CADA VEZ MÁS HORRENDOS
Un hecho que conmovió a la ciudadanía en marzo fue la muerte a palos y pedradas de un niño de siete años por cinco adolescentes de 13, 14 y 15 años de edad, quienes alegaron haber cometido el crimen por robarle al menor 300 pesos (unos ocho dólares).
Igualmente en marzo sorprendió la noticia que una adolescente de 14 años asesinó de 20 puñaladas a su abuela nonagenaria, alegó que quería dinero. Esto fue en Hato Mayor, provincia de Santiago de los Caballeros.
En febrero, en San Juan de la Maguana, un niño de nueve años mató a otro de siete de una pedrada, por una discusión a la salida de la escuela.
Niños y adolescentes han iniciado una escalada de crímenes jamás vistos en el país.
Antes, los menores sometidos a escenas de violencia intrafamiliar, muchas de las cuales terminaron con la muerte de la madre, eran proclives a convertirse en abusadores y homicidas ellos mismos.
Ahora, empiezan a edades más tempranas estos comportamientos violentos en los menores.
Ante esta situación, los psiquiatras hicieron un llamado a los medios de prensa sobre su responsabilidad en la reproducción de conductas violentas.
Las tomas de hechos de sangre por las televisoras son explícitas y tienen el efecto contrario en los menores que las ven, porque lejos de aplacar esos comportamientos agresivos, los reproducen en los televidentes, advirtieron esos profesionales.
Fuente: La Patria
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.
