Isabel Villarroel un orgullo del charango boliviano

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Flora Isabel Villarroel Gutiérrez, mejor conocida como Flor Isabel; maestra y entendida del charango, llena de experiencias y conocimientos, son solo algunas de las cualidades que la posicionan hoy como uno de los referentes más importantes de este instrumento tan característico del país.

La presentación de dos libros figura como uno de sus antecedentes. El Salón “Alberto Guerra” del Museo Simón I. Patiño se vistió de gala para mostrar al público “Volando con el Charango”, un libro que se publica previamente el 2020 con ayuda del Gobierno surcoreano y el Ministerio de Culturas de ese país. Hasta esta fecha se distribuyeron más de mil ejemplares gratuitamente y 70 a la Escuela de Artes Musicales “Wara”.

Es así que años después, para el proyecto final en su carrera de música, decide elaborar un método para charango, diseñado con un enfoque exclusivo para este instrumento. La producción de este material tardó cuatro años, dos destinados al trabajo de campo en la Escuela Municipal de Artes de El Alto, y el otro par para sistematizar la información y elaborar el libro.

Cuando tenía ocho años, Flor Isabel agarró un charango y no lo soltó nunca más, su profesor de flauta llevó este pequeño instrumento un día a clases y su interés fue inmediato, el sonido y colores tan particulares la atraparon por completo. Empezar a esa corta edad le permitió nutrirse de los conocimientos de maestros de la talla de Saúl Callejas y Celestino Campos.

La música también le permitió viajar por diferentes partes del mundo, la maestra de charango recorrió gran parte de Latinoamérica y Europa junto a su instrumento, pero no fue hasta 2019 que un viaje al otro lado del mundo cambiaría su vida.

COREA

“Chungbuk People’s Art Federation in Korea” fue la beca que le permitió vivir medio año en Corea del Sur, un programa dirigido a formadores y que se enfoca en la difusión y el compartir de las artes escénicas de cada país. Los dos bolivianos que fueron previamente beneficiados con esta oportunidad la motivaron a postularse, posteriormente fue seleccionada entre otros dos candidatos.

Vivir sola en un país tan lejano, con una comunidad boliviana menor a 100 personas, un idioma totalmente desconocido e innumerables choques culturales, fueron solo algunos desafíos que Flor Isabel venció airosa, gracias a esta enriquecedora experiencia, es que la maestra de charango regresa planteándose un nuevo desafío.

Después de dirigir dos orquestas de charangos (la Orquesta de El Alto y la Orquesta de la filial La Paz), al retornar del país asiático decidió que es hora de fundar y dirigir su propia orquesta de charangos, así nace la “Orquesta Experimental de Charangos de Bolivia” el 2 de febrero de 2020, enfocada en crear un espacio nuevo, caracterizado por el aprendizaje colectivo donde todos comparten técnicas y conocimientos.

Formada por cuatro secciones: Primer Charango, Segundo Charango, Tercer Charango y Ronroco, actualmente tiene 16 músicos y se rige bajo un criterio de paridad, procurando siempre tener el mismo número de charanguistas hombres y mujeres, además de ser un número par.

PANDEMIA

La virtualidad en tiempo de pandemia representó un reto para los ensayos pe-ro también abrió puertas a la orquesta, específicamente la participación en dos eventos: El Foro Latinoamericano de Educación Musical y el Encuentro de Charango en España. Tomando en cuenta que el mayor referente de orquestas de charango proviene de Argentina actualmente, estas dos muestras fueron muy importantes para internacionalizar la imagen del charango boliviano.

Estudios de Guitarra Clásica en el Conservatorio Plurinacional de Música, una licenciatura en Música en la Universidad Loyola, un Diplomado en Educación Musical Intercultural en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), son solo algunos de los ejemplos que respaldan el conocimiento y recorrido de la maestra Flor Isabel, exponente indiscutible del charango boliviano.

Fuente: Es Periodista de LA PATRIA