Sábado 28 de abril de 2012

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Editorial y opiniones
El satélite de la Luna
Un pacto para Margarita
28 abr 2012
Por: Francesco Zaratti
El informe de la Gaffney, Cline y Asoc. (GCA), que determina la conectividad del principal reservorio del campo Margarita con el campo Huacaya, abre varias interrogantes sobre cómo repartir las regalías entre Tarija y Chuquisaca. Al respecto, considero que a esa empresa consultora no le correspondía adoptar la decisión jurídica sobre las regalías, sino tan sólo determinar técnicamente el porcentaje del reservorio que corresponde a cada departamento.
De hecho, hay, en este asunto, enredos jurídicos, técnicos y políticos.
Existen contradicciones entre el art. 368 de la CPE y los Art. 45 y 52 de la Ley 3058 de Hidrocarburos que podrían salvarse ampliando la definición de “departamento productor” a todos los que comparten un reservorio. Sin embargo, esa interpretación corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional y no a un Ministerio, menos a una consultora extranjera.
Además, la Ley 3058 norma cómo repartir las regalías en el caso de un reservorio compartido, pero no menciona nada del IDH y no es evidente que esa norma deba extenderse automáticamente al IDH.
Desde el punto de vista técnico, no se trata de un campo con un solo reservorio compartido: actualmente Margarita-Huacaya tiene tres reservorios; el mayor de ellos es compartido (H1b) y dos (H1a y H2b) están ubicados enteramente en territorio tarijeño. En vista de que las regalías se pagan con base en la producción, ¿no deberían distribuirse en proporción a la participación de cada departamento en el reservorio compartido? No. La Ley 3058 señala que las regalías se comparten sobre las reservas totales del campo. De ese modo Chuquisaca, que tiene el 41.5% del H1b, reservorio que proporciona el 86% de la producción, recibiría, no el 35% de las regalías de la producción, sino el 25%, que corresponde a su participación en los tres reservorios del campo. Adicionalmente, para ese cálculo, GCA atribuye a Huacaya 1 TCF de reservas, cantidad que no está certificada.