El nuevo folkloródromo

La construcción de una nueva zona comercial en Oruro comenzó como una iniciativa privada, y fueron los comerciantes de aquel espacio que hicieron pintar las calles del predio con iconografía propia del Carnaval, convirtiéndolo en un “folkloródromo”, es decir una pista que sirva para las demostraciones folklóricas para los diferentes conjuntos que participan en la fiesta en honor a la Virgen del Socavón.

La zona comercial fue emplazada en un espacio de 100 mil metros cuadrados, y ya se tienen las casetas construidas en obra gruesa, las calles tienen un ancho de 16 metros y aproximadamente un kilómetro y medio de largo para que los conjuntos puedan desplazar sus coreografías.

El espacio se puso a disposición de los folkloristas y devotos ayer, cuando se inauguró el mismo, con discursos, bandas y algunos de los beneficiarios que demostraron su talento en la danza en algunas de las 18 especialidades que participan en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Pero como sobre gustos y colores no hay nada escrito, no podían faltar quienes criticaron ese hecho.

De todas maneras, el espacio quizás sirva para que los conjuntos realicen sus ensayos, pero que se convierta en la ruta del Carnaval está difícil, ya que gracias al encanto, la mística y la magia de esta fiesta religiosa es que los devotos luego de su largo peregrinar, ejecutando bailes con saltos, vueltas y otros, lleguen al santuario de Nuestra Señora del Socavón y se postren a sus pies para ofrecerle su esfuerzo.

Quizás lo que sí sea factible es que se parta de ese lugar rumbo al santuario del Socavón, aunque la distancia es casi la misma, habrá que ver si se autoriza el cambio de ruta, ya que con la actual la ciudad queda casi partida a la mitad porque la misma recorre calles céntricas y para pasar de Sur a Norte y viceversa se debe dar una gran vuelta esquivando la estación de trenes.

De concretarse una nueva ruta que parta desde el “folkloródromo” hasta el santuario, se tendría que ver otras rutas de escape para moverse de un lugar a otro de la urbe. Sin embargo, puede resultar una experiencia interesante.

Muchos ciudadanos se opusieron a que se cambie la ruta del Carnaval por temor a que se pierda el título internacional que ostenta el mismo, pero según uno de los gestores de ese logro para Oruro, señaló que en realidad la Obra Maestra y el Patrimonio inmaterial en que se constituye el Carnaval no se trata de una ruta, sino de todo lo que la fiesta engloba, es más, toda la ciudad está contemplada como parte de esa Obra Maestra, por ser un espacio místico y espiritual en el que se da esta manifestación religiosa y cultural.

Dicho esto, bienvenido sea el “folkloródromo” y veremos qué uso se le da.