Sospechosas maniobras militares

Hace unos días, Rusia, pese a que a través de su presidente Vladimir Putin negó que invadirá Ucrania, ha estado realizando maniobras militares en el mar de Japón y en el mar Negro, por lo que se teme que pronto entren en acción, y los habitantes de las zonas fronterizas viven atemorizados y con sus enseres listos para huir, si es que se perpetrara un bombardeo.

Por su parte Estados Unidos ha enviado 3.000 soldados a Polonia, desde donde planean reforzar la seguridad y obviamente apoyarán a Ucrania si Rusia ataca en cualquier momento. Entre tanto su presidente Joe Biden urgió a sus connacionales a salir de Ucrania ante “el inminente ataque de Rusia”, ya que aseguró que si los rusos bombardean, las tropas estadounidenses no podrán hacer nada para ayudarlos a escapar.

El problema de Rusia y Ucrania comenzó porque a los llamados “separatistas” pro rusos iniciaron una especie de guerra, apoyados por el país soviético.

A Rusia le conviene tener el control sobre Ucrania porque cuando ambas naciones formaban parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, la zona industrial fue construida en Kiev, y en el lugar quedaron las grandes industrias que ayudarían económicamente al desarrollo del país.

Estados Unidos prometió ayuda a Ucrania, con lo que pareció en un momento que regresaba la “guerra fría”. Lo único que queda es orar por que no exista la invasión publicitada por Biden, ya que tiene a los ucranianos en ascuas y al resto del mundo le preocupa que se desate una nueva guerra mundial.

La tensión aumentó en el reciente mes por la denuncia de Occidente de que Rusia ha movilizado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania

Los temores de Biden se hicieron efectivos después de que participara en una llamada de más de una hora con los líderes de siete países miembros de la OTAN, además del secretario general de ese organismo.

Asimismo, se debe esperar a que Rusia cumpla lo que anunció Putin, es decir, que no invada Ucrania, porque en lugar de comenzar nuevamente una guerra mundial, se deben agotar todas las formas de solucionar de manera diplomática las diferencias o intereses que tiene Rusia sobre su vecino.

A nadie le hace bien la violencia, la guerra y las muertes; se deben agotar, en toda situación, las vías diplomáticas necesarias para evitar un conflicto armado que sólo puede suponer muerte y dolor para muchas familias, y lo peor es que quienes más sufren esos embates son los civiles que nada tienen que ver en el problema.