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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Evocando el pasado industrial de Oruro - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La industria desde tiempos pretéritos fue el motor del desarrollo de la Alta Tierra de los Urus, sin embargo, esa fuerza fue disminuyendo de a poco, por muchos factores, como la inseguridad jurídica que reina en el país desde hace varios años, la falta de incentivo impositivo, la decadencia de la reactivación económica, entre muchas más.
Es por eso que decidimos evocar el pasado, para tener remembranzas de lo que fue la industria en Oruro, muy al margen de la minería y la metalurgia que siempre fueron los puntales de la economía, aún lo siguen siendo y por ahora son las pocas abiertas para un progreso serio.
GRÁFICOS
La primera industria gráfica en Oruro fue creada en 1923. Su nombre fue: “Imprenta, encuadernación de Gamarra e Hijos”, a cargo estaba su propietario Marcos Segundo Gamarra, se encargaba de la impresión de folletos y tarjetas. El negocio cerró en 1946.
En 1930, la librería e imprenta “José M. Abela”, se encargaba de la fabricación de cuadernos, libros rayados, impresiones y material de escritorio para oficinas y escolar.
En 1931, nace “Imprenta Mazuelo” de Germán Mazuelo, publicaba folletos y libros.
En 1936, aparece la “Empresa de Publicaciones Noticias S.A.” como diario de la mañana; sus instalaciones estaban al frente de la Plaza “10 de Febrero” y tuvo vigencia hasta 1952, luego se convirtió en editora de folletos. Finalmente, desapareció cuando el terreno fue vendido al Banco de Crédito “Oruro”.
En 1937, Luis Forns Samsó instaló una empresa de proyecciones. Fue denominada en principio “Samsó y Cia. Ltda.”, posteriormente conocida como “La Escolar”. Sus actividades cesaron durante los últimos años del siglo pasado.
En 1939, se instaló los “Talleres Tipográficos Segura” de Senén Segura, aunque no tuvo mucho futuro en la industria gráfica.
En 1945, surgió la “Empresa Publicitaria Muñoz”, dedicada a la impresión a pequeña escala.
En 1946, fue el año en que LA PATRIA se inscribió oficialmente en la Cámara de Industrias, pese a que su fundación fue el 19 de marzo de 1919. El gerente ese entonces era Manuel Mier, quien transfirió el periódico a Enrique Miralles Bonecarrere y Cristóbal Molina. A la fecha está vigente y a lo largo de su historia fue semillero de grandes escritores y un ícono del periodismo nacional.
En 1953, nació “Talleres Tipográficos Salinas”, 11 años después “Talleres de Arte Gráfico” de Antonio Miralles, denominado “Silk Press”. En 1971, “Papelería e Imprenta Adolfo Mier” de Abel Molina Rodríguez.
CURTIEMBRE
En el rubro de curtiembre, en 1940, se creó “E.A. Blancourt y Cía” de Eladio Blancourt y Emilio Seifer, se dedicaba a la curtiduría y producción de cueros industriales como vaquetas, suelas, oscarias entre otros productos.
En 1942, en base a la empresa anterior se formó otra empresa con diferente razón social a nombre de Roberto Guillén. En 1948, nació “Curtiembre San Francisco” de María E. Rodríguez.
En 1949, se fundó una de las curtidurías más importantes de Oruro, los propietarios eran Heliodoro Rodríguez y su hijo Humberto Rodríguez, con una fábrica de calzados ubicada en la calle Libertad, hoy conocida como la Velasco Galvarro. En realidad esta empresa comenzó en 1928, pero diez años más tarde cambió de razón social como “Heliodoro Rodríguez e Hijos”, finalmente solo se quedó con el nombre de “Eldriguez”, tras la muerte de Heliodoro, sus hijos se hicieron cargo.
Más tarde apareció Máximo Rodríguez Urquieta como fabricante de calzados de manera manual, aunque se tiene datos que la fabricación manual se inició en 1930.
Primero como curtiembre y luego como fábrica de calzado se inició Zamora. Fue fundada en 1911, fue uno de los productos más cotizados y requeridos, principalmente para la industria, hasta hace algunos años. Su primer gerente fue Miguel Velásquez. A lo largo de su historia pasó por muchos problemas sociales, debido a la cantidad de trabajadores que contrataba, finalmente hace unos años la empresa dejó de producir, hoy solo es un recuerdo de la bonanza orureña.
En 1950 se instaló en la ciudad, la Fábrica de Calzados Nicomedes Vásquez, al margen de calzados producían maletas, portafolios, carpetas, bolsas de golf, maletines, guantes, chamarras, entre otros.
Oruro también tuvo su fábrica de calzados deportivos, su nombre fue “Fábrica de Calzado Bermúdez” de Rufino Fernández Barrionuevo, hoy también extinta.
CHOCOLATE
El chocolate orureño sin duda alguna tuvo su momento de gloria y en la actualidad tiene su máximo exponente que sobrevive a los años y a las tempestades económicas. En su inicio fue compuesta por dos socios yugoslavos: Cvitanovic y Harasic y establecieron una tienda bautizada con el nombre de “Almacén Tarapacá”.
En 1908 se disolvió la sociedad, los Cvitanovic se quedaron con el almacén y los Harasic crearon la fábrica de Chocolate, en la 6 de Octubre y Sargento Flores. La fábrica estaba compuesta por Jerónimo, José Antonio y Esteban Harasic, y Nicolás Beros. Su especialidad era la fabricación de chocolates y la torrefacción de café. Los fundadores de la empresa se fueron a Chile, después de vivir una época dorada, ganando una diversidad de premios y reconocimientos.
A la fecha es una de las pocas empresas que está de pie, mostrando con firmeza su desarrollo y aportando al progreso de Oruro.
En 1938, se creó otra fábrica de chocolate en una Sociedad en Comandita representada por Teófila de Vargas.
En 1961, Abel Villegas fundó la fábrica de chocolate “Atlas”, en su momento alcanzó prestigio no solo en la elaboración de chocolates de mesa, sino chocolatines y otros derivados.
Asimismo, el español Senén Segura hizo una fábrica de productos alimenticios, entre los que se incluía chocolates domésticos. Hasta antes del retiro del propietario tuvo buen funcionamiento, posteriormente se convirtió en la parroquia de San Martín de Porres.
HILANDERÍA
En este rubro, “Hilbo” fue la pesada, sin embargo, la crisis administrativa, económica, el contrabando entre otros, prácticamente esta empresa está en la “lona”. Sin embargo, en su momento fue uno de los íconos de la fábrica nacional.
“Hilanderías Bolivianas” (Hilbo S.A.) empezó sus operaciones en 1950. Los promotores fueron Aaron Tauscher, Salvador Tauscher, Jacobo Wajs, Luis E. Siles y Armando Rosas.
Su fuerte siempre fueron los hilados, lana en ovillos, fibras acrílicas principalmente.
En 1938, se estableció la “Fabrica de tejidos de Calixto Choque”; en 1943, la fábrica de tejidos “La Yolita” de José Manuel Morena; en 1945, “La tejedora nacional” de Moisés Gringberg.
En 1940, se inauguró la “Fábrica de puntos Tricott” de David Dructier y Jacobo Libhaler, en 1952 pasó a poder de León Asman y Wolf Gelipter. En 1946, aparece la fábrica de tejidos “Mirtatex” de J. Libhaler y Burzstein y luego transferida a Abraham Stern.
En 1948, la Fábrica de Tejidos Tricot de E. Citrinblum se estableció en Oruro. En 1949, nació “Fanatex” de Froim Mandelbaum, al acto de inauguración asistió el entonces Presidente de Bolivia, Mamerto Urriolagoitia. Fue una de las grandes empresas que perdió Oruro, poseía secciones de tejido, cortado, planchado, embobinado, entre otras. En su más de casi dos décadas de vida recibió galardones por su calidad productiva.
CONFECCIONES
En 1925, “La Catalana” de José Figueres fue transferida a Juan Aresté, era una fábrica de confecciones. En 1931, con el mismo propósito de creó “El gato negro” de Lesmes Sebastián, luego cambió al nombre de “Confecciones Gentleman”. Salomón Aliss se aventuró en 1932 a crear su fábrica de camisas.
En 1939, “Zacobwitz y Cia.” de Erich Zacobwitz, Fabisch y Félix Paul Eichtersheimer, se erigió con la fabricación de corbatas y camisas. En 1940, nació otra fábrica de camisas de Riogi Higa, Ricardo Higa y Roberto Marshiro. En 1945, “La Andaluza” de Arsenio Pérez.
En 1944, Ricardo Díaz estableció la fábrica “Sombrerería Charagua”, además reparaba sombreros. En 1949, apareció “La Burgalesa” de Arturo Pérez con confecciones en general; le siguió “Camisas Arturo” del mismo dueño y se integró como socio Rafael Ranzetta. Aparecieron después otras dos de nombres: “Príncipe de Gales” y “Condarco”.
PANIFICACIÓN Y OTROS
En 1905, Delfín Maldonado inauguró la primera fábrica de gaseosas, hielo, cerveza y agua ardiente. De acuerdo a la historia, el dueño solo pudo importar esencia de papaya y su producto se denominó “Papaya Maldonado” y con el tiempo su prestigio se convirtió en un refresco embotellado.
A partir de ese momento, las empresas similares pugnaron por hacer la mejor papaya. De ese modo nació “Papaya Zapata” de Manuel Zapata; la fábrica de Aguas Gaseosas “El Faro” de Ángel Olmos; la fábrica de aguas gaseosas “Rival” de Ángel Valde y Jaime Briancon; y la fábrica de gaseosas de Humberto Michel.
En 1946, la fábrica de aguas gaseosas “Continental” de los hermanos Jáuregui. Ninguna de ellas sobrevivió al tiempo.
En 1948, apareció una de las más grandes fábricas de aguas gaseosas “Santa María” de Vicente Ostuni, luego pasó a manos de Marcelino Avilés.
En 1943 apareció la fábrica de dulces, pastillas, caramelos y otras de Josefa Vera de Mogro. En 1944, la dueña transfirió a Heliodoro Mogro, cambiando el nombre por “Fábrica Nacional de Pastillas Heliodoro Mogro”.
De 1931 a 1942, Jorge Elías puso en pie a la “Fábrica de Pastillas y Dulcería en general”. En 1919, se fundó la fábrica de galletas y panificadora de Fernando Rico, fue una de las primeras en elaborar las galletas de fécula o conocidas ahora como galletas de chuño.
En 1946, se inauguró la “Fábrica de pastillas Lucy” de Delgado Hijos, de Eusebio Delgado Loría, Trifonia Delgado González y Serafín Delgado Morales. Su especialidad fueron las pastillas, caramelos, galletas y panificación. No fueron las únicas que en su tiempo aportaron al crecimiento económico de la ciudad.
CERÁMICAS
En 1942, nació “Fábrica de tubos y mosaicos” de Máximo Mendoza, solo duró ocho años en la producción de tubos de cemento para el alcantarillado, además de ladrillos, tejas, losetas, mosaicos y otros. Después de esa pausa siguió, pero son final promisorio.
Simultáneamente apareció la “Fábrica de mosaicos y tubos de cemento Pagador” de Marcelino Lafuente, en 1963 pasó a poder de Germán Lafuente. En 1950, aparece la fábrica de ladrillos y derivados de cerámica de Alberto Vásquez. En 1951, las “Manufacturas de cemento” de Edmundo Barrios Michel.
MOLINOS
Desde 1927 hasta 1942 funcionó en Oruro el “Molino de Cereales de Morales y Andrade” de Francisco Morales y Félix Andrade. En 1938, “La Molienda de Cereales Genoveva Aponte” de Rafael Carcelén, fue ecuatoriano que se enamoró de Oruro, pero la empresa solo le duró un par de años, porque el señor era mayorcito.
Entre 1937 a 1940 funcionaron los “Molinos J. Labertoniere”. Su propietario fue francés, se instaló esa vez en lugar despoblado, hoy la calle Aroma. En 1941, salió a la luz “Empresa Molinera de Daniel Rivera”; en 1942, “Molino El Grano” de Galetovic y Cia. No solo era de cereales, sino también se molía café y sal.
En 1949, se erigió “Molinos Triunfo” de Oscar Prado, se hacía api, lagua y otros. En 1967, inició actividad “Molinos El Pagador” de Faustina Rueda.
HOTELES
El Hotel Unión fue uno de los primeros, solo duró una década de 1920 a 1930. Luego aparecieron otros como el Hotel Hispanoamericano, El Repostero, El Edén, hoteles que aún están en funcionamiento. En 1940, se construyó un hotel frente a la Estación de Trenes, fue bautizado como el Hotel Firenze de Leopoldo Magorim, tras ser demolido se construyó la playa de estacionamiento Abel Ascarrunz.
Para el Carnaval de Oruro de 1972 se estrenó el “Plaza Hotel” ubicado en lo que era el edificio del Banco de Crédito Oruro. Simultáneamente aparecieron el Hotel Prefectural, hoy extinto y convertido en oficinas del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru). En la década del 80 se edificó el Hotel Terminal.
RUBROS
Asimismo, hubo otro tipo de fábricas, como de muebles, hornos de fundición, hornos de cal, talleres de mecánica, talleres de electricidad, además de implementos de minería. Así también hubo fábrica de conservas, licores, cerveza y tabaco; jabones, velas y cosméticos.
Un hecho que es importante destacar, el primer bordador registrado en la Cámara de Industrias de Oruro fue Manuel Romero, registrado el 1 de Mayo de 1938. Sin embargo, el trabajo de los bordadores en arte nativo, establecidos en la calle La Paz, data del siglo XIX.
BIBLIOGRAFÍA
Breve Historia de la Industria Orureña, Vicente González Armayo Zuleta, 1983
Fuente: LA PATRIA
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