Martes 08 de febrero de 2022
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La hazaña del 10 de Febrero de 1781 es un legado inconfundible que debemos transmitirlo de generación en generación, porque nos da la certeza de que no hay momento alguno que ponga en duda la valentía que tiene el orureño para luchar por su libertad.
En esta ocasión es preciso demostrar que el amor y cariño a Oruro es tan grande que se va incentivando entre los niños y jóvenes para que no pierdan la línea de ser útiles en el próximo futuro para que el departamento sea la región donde la iniciativa a trabajar es permanente.
No perdamos la fe en que las cosas serán mejores que ahora porque el orureño mantiene la facultad de pensar en la necesidad de obrar con mayor vigor en todo lo que significa un prominente despegue económico y social de esta grandiosa altiplanicie.
Siempre estemos listos cuando el deber nos llama, y nunca seamos reacios a cumplir con la tarea que nos asignan porque tenemos la clara convicción de que solo con nuestro propio esfuerzo Oruro será grande y respetado.
