El turno de los chuteros

Recién analizamos lo que jóvenes “pisacoca” compartieron en sus canales de TiTok, donde se ve el resultado de su actividad ilegal, la cual para ellos significa “cumplir sueños”. Ahora es el turno de los “chuteros”, jóvenes que internan de contrabando carros sin placas, que luego venden para ganarse la vida.

Los contrabandistas de vehículos indocumentados muestran los caminos alternativos por los que van para evadir a la Policía o al ejército, en un video se ve a militares encañonando a uno de estos “chuteros”, con una pistola, mientras lo tienen boca abajo y con las manos unidas por unas esposas en su espalda.

Mientras se muestran esas imágenes, suena de fondo una canción en cumbia, cuya letra dice “soy chutero” y asegura que es una actividad peligrosa, pero que la realiza por el bien de su familia, señala que arriesga hasta la vida y que puede que no vuelva a ver a su hijito. Algunos de los videos van sellados con banderas de Bolivia y de Chile.

Lo paradójico es que del otro lado están quienes buscan que se dé una nueva amnistía para legalizar los vehículos “chutos”, y aseguran que si adquieren ese tipo de autos es porque el dinero no les alcanza para conseguir nuevos y que luego se convierten en su herramienta de trabajo, pues los usan para taxis.

En este punto existe un conflicto de intereses, por un lado, está bien que se legalicen esos vehículos porque darían un ingreso monetario al país, ya que como señalaron los mismos propietarios de esos carros, están dispuestos a pagar los impuestos para legalizarlos. Pero, por otra parte, se siguen internado más carros indocumentados, saturando el parque automotor de las ciudades que muchas veces se llenan demasiado y con el tiempo que se tarda en moverse una fila de autos a veces es mejor ir a pie.

Tener un parque automotor tan grande ocasiona contaminación del ambiente, y otro detalle es que existen más vehículos que árboles en las ciudades, lo que es un problema que se debe solucionar.

Volviendo al tema del titular, quienes suben esos videos a las redes sociales y demuestran su actividad ilegal, es porque la necesidad lleva a estos jóvenes a “cumplir sus sueños y metas” de manera ilegal, pero también es el reflejo de que el sistema de valores que tienen es distinto porque no se dan cuenta o lo hacen adrede, que los más chicos los imitan, aunque sean actos reñidos con la moral, y buenas costumbres.