Sábado 28 de abril de 2012

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En la estrategia de comercialización del gas boliviano se han presentado algunas alternativas no siempre favorables a su expansión o diversificación, debido principalmente a ciertas restricciones y cálculos en la producción del energético ya comprometido con mercados de Brasil y la Argentina, además por supuesto de cubrir la demanda interna del país.
Mucho tiempo se trabaja en la ampliación de este servicio y se hace una serie de pruebas – técnicas – para establecer la potencialidad de nuevos pozos de gas que aumenten nuestra capacidad exportadora. Hay buenos y regulares resultados según la apreciación de los entendidos, lo que deja un poco en suspenso la definición sobre el futuro de la capacidad gasífera que el país pueda disponer en millones de metros cúbicos de gas para cubrir los convenios vigentes, pero también para ampliar nuestro comercio hacia otras latitudes.
En este campo de exportar energéticos, por supuesto que hay grandes posibilidades para entrar en negocios, una posibilidad controvertida de momento es la de Chile que hizo conocer su deseo de comprar de manera directa el gas boliviano, pero choca esa intención con la posición radical de algunas corrientes “cívico regionalistas” que rechazan cualquier posibilidad de vender el gas boliviano a Chile. Otras expresiones sobre el tema sugieren transar la necesidad de Chile por el anhelo boliviano, esa es la política de “gas por mar”, pero en todo caso la situación deberá ajustarse a las posibilidades que asegure la estatal petrolera para garantizar los convenios.
Fuente: La Patria