Ninguna novedad trascendente en minería al comenzar el 2022

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Importantes planes de minería y metalurgia, esbozados animosamente en la última parte de la pasada gestión deberían estar entre las alternativas que serán tratadas prioritariamente en la presente, de la que ya se restará un mes improductivo, sin siquiera desplegar adelantos para su futuro emplazamiento.

La minería estatal mantiene su rutinaria tarea en sus centros productivos que no han sido reacondicionados para elevar su rendimiento y captar mayores ingresos para el Tesoro Nacional, que se nutre principalmente con el beneficio generado por las exportaciones mineras y metalúrgicas que de momento se mantienen estáticas al no ejecutarse proyectos que incrementen los niveles de rendimiento en las minas y la fundición.

La metalurgia

En el sector de la metalurgia es poco lo que se puede decir, la única empresa metalúrgica en actividad regular es la de Vinto en Oruro, que con algunos tropiezos, propios de su sector, responde a los fines de transformar parte de nuestra producción de minerales en metales, producción que se exporta con valor agregado y el sello “hecho en Bolivia” que ya tiene reconocido prestigio en el mercado internacional de la gran industria metalúrgica.

Está pendiente el cumplimiento de ampliar la producción metalúrgica con la instalación de la primera fundición de zinc, cuyo emplazamiento se concretaría en predios de la fundición orureña, cumpliendo así el anuncio de autoridades del ramo, que sin embargo no definieron aún plazo para esa implementación. En todo caso, los entendidos señalan que la fundición de Oruro, tiene las condiciones apropiadas de espacio y seguridad para albergar a la nueva procesadora de zinc, consolidando su condición de primera metalúrgica del país, cuyo diversificado rendimiento tiene asegurado un amplio mercado en la gigante industria internacional.

La pasada gestión se habló mucho de la fundición de zinc, pero no se definió ninguna acción para consolidar el proyecto que, de todos modos se asentaría en predios de la metalúrgica orureña. Un añadido importante en materia de diversificar centros de alto rendimiento productivo consigna al distrito de Potosí como sede de una segunda fundición de zinc, lo que permite avizorar un fortalecimiento de la industrialización de este mineral, cuya producción se incrementará en distritos de Oruro y Potosí.

Garantías y seguridad

Aunque no se especifica claramente, en el sector de la minería privada, chica y mediana el incumplimiento y la falta de aplicación de medidas de seguridad y garantía para las inversiones mineras, hace que se posterguen por más tiempo algunas para ampliar proyectos en ejecución o impulsar nuevos emprendimientos del ramo, en distritos mineros del país.

El gran problema de nuestra minería, según refiere un empresario del ramo, es que “no se hace, ni se deja hacer” y en el caso de “cooperativistas”, estos están a la expectativa del rendimiento en minas particulares, para tenencia de esos yacimientos y ocuparlos de manera arbitraria, ante un silencio cómplice de ciertas autoridades. En esas condiciones la minería privada optó por reducir a la mínima expresión sus actividades de producción, en tanto las autoridades del ministerio del ramo y en su caso las departamentales, asuman defensa de los mineros privados y sus inversiones.

Minería del litio

En la explotación del litio, el proyecto mayor tiene característica oficial, eso significa inversión estatal y la consiguiente disposición de equipos, maquinaria, personal técnico y desarrollo de operaciones en función de una estrategia nacional para competir con planes “similares” que están en pleno desarrollo en los países vecinos, como Chile y Argentina, en los que ya se confirmó un avance en el tratamiento técnico para su conversión en el ansiado combustible de la nueva era automotriz.

¿Quién explotará el litio boliviano?... es la gran incógnita, pero ya se han dispuesto condiciones que permitirán la incursión de empresas especializadas en la materia, desde la extracción y tratamiento del litio hasta su transformación en elemento combustible de la era renovada automotriz.

Instituciones cívicas regionales especialmente han estado insistiendo en el “derecho de informarse” sobre la suerte de la riqueza natural estratégica que como el litio y derivados, constituye patrimonio de regiones y departamentos con iguales derechos para conocer su destino que por su importancia se convierte en un elemento de valor nacional y cuyo uso se transforma en riqueza con beneficios especiales para ciertas regiones, aunque la verdadera dimensión de su explotación constituya una responsabilidad de estrategia nacional.

En ese sentido la suerte del litio estaría “definida”, servirá al interés nacional recuperando derechos que le corresponden por su ubicación geográfica en partes del territorio nacional.

Medios. Agencias.