El día del Diablo y del Moreno

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Por: Dehymar Antezana

El lunes de carnaval, referido expresamente a la Capital del Folklore de Bolivia y por supuesto al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, tiene mucha simbología en una simbiosis entre lo religioso y lo pagano.

Esa jornada fue denominada como el Día del Diablo y del Moreno, es el festejo para los folkloristas luego de participar en el Sábado de Peregrinación y Domingo de Corso de Carnaval.

Los honores son para la Virgen del Socavón, a quien se le ofrece una misa de acción de gracias. El atrio del Santuario es adornado con arcos de plata, cada uno tiene el nombre de la persona que lo contrató y también lleva una petición.

A su turno, se acompaña el panorama, con la explosión de “toritos”, son pequeñas estructuras armadas de cañahueca y forradas con papel de seda. En su interior llevan cohetillos y pequeños papelillos impresos con el nombre de los pasantes o devotos.

Mixtura y pétalos de flores vuelan en el aire, entremezclándose en la cabeza de los fieles, en un ambiente de regocijo, fe y mucha felicidad. Es un espacio único que se vive en el Carnaval de Oruro.

Luego, los conjuntos folklóricos se retiran a sus sedes, otros aprovechan para hacer demostraciones y ya cuando la tarde cae sobre la ciudad, los danzantes se despiden de la Virgen del Socavón en peregrinaciones a través de la danza.

Rezos, oraciones, intenciones, peticiones y agradecimientos prevalecen en el sentimiento de los danzarines, quienes prometen volver a bailar en devoción a la Mamita Candila en el Carnaval de Oruro.

Fuente: Periodista de LA PATRIA