La exportación de materias primas estratégicas sostiene la economía

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En materia de economía, hay un reto a los sectores exportadores, pues se trata de incrementar ciertos rubros de producción para alcanzar niveles de alta sostenibilidad en la generación de utilidades, regalías e impuestos que hagan competente nuestro presupuesto nacional para enfrentar el reto del enorme comercio externo que se nutre justamente de la producción y exportación de bienes, servicios y materiales estratégicos, como en el caso boliviano, los minerales e hidrocarburos.

Un análisis económico de actualidad revela que, nuestra economía avanza luego de haber sufrido una dura caída (8.8%) del PIB en más de 50 años, un aspecto que se supera lentamente, en busca de consolidar un superávit que permita estabilizar el sistema financiero, gracias al aumento de ciertas exportaciones por ejemplo de minerales, además del volumen de productos agropecuarios y agroindustriales, por encima de importaciones tradicionales y algunas de obligada compra en mercados especiales, que no se incrementaron y mantienen nivel de regularidad.

Sobre el delicado tema del empleo y las condiciones de sus mayores o menores oportunidades de acceso en ciertos rubros, evaluaciones realizadas por la Cámara Nacional de Industria y la Cámara Nacional de Comercio, ambas instituciones expresan por separado un criterio coincidente al reconocer que se requieren condiciones especiales para asegurar la “liquidez en la oferta y la demanda , si como seguridad en las inversiones para aumentar los rubros productivos y de exportaciones y la generación de divisas”.

En el amplio proceso de impulsar las actividades productivas, se coincide en el hecho de incrementar la productividad en diferentes sectores, pero para ese objetivo es imprescindible establecer seguridades para alentar las nuevas inversiones que podrían cambiar el panorama de producción nacional, priorizando aquellas especiales, de rendimiento sostenible y que sean parte de la estrategia del desarrollo nacional.

El país tiene enormes desafíos para explotar sus riquezas naturales, para fomentar su pequeña, mediana y gran industria, dependiendo de actividades que están en plena producción, pero la mayoría con restricciones de orden financiero para ampliar sus operaciones y fomentar el crecimiento general del país, limitado justamente por la falta de normativas que garanticen inversiones y aseguren las condiciones propicias para fomentar el crecimiento de empresas con mayor capacidad de empleo y seguridades sociales que mejoren el bienestar de miles de trabajadores y sus respectivas familias.

Una fuente de empleo masivo, hasta cierto tiempo atrás se consideraba a la minería y los hidrocarburos. El tiempo demostró que en el caso de la explotación gasífera el número laboral bajó porcentualmente, debido a varios factores como la mecanización y modernización de equipos petroleros cada vez con menor cantidad de empleados.

En el caso de la minería sucedió un proceso – si no inverso – por lo menos de cierta necesidad de elemento humano para explotación minera en yacimientos ubicados en el subsuelo u otros a cielo abierto, de acuerdo al tipo de extracción de minerales, pero con una característica muy clara de contratar cierta cantidad de obreros “mineros” para la extracción y procesamiento de variados tipos de minerales y en diferentes ubicaciones geográficas del país, lo que implica una fuerza laboral, pero eventual de cientos de trabajadores.

La minería privada, mediana y chica se ha extendido en los últimos años hasta sectores en los que antes ni se imaginaba la presencia de minerales y resulta que con el tiempo, se confirmaron yacimientos como el Mutún o en la enorme planicie salada de Uyuni, el yacimiento más grande de litio en Sudamérica, la gran riqueza estratégica de la región y de Bolivia,

La explotación de materia prima minera estratégica, como el caso del salar de Uyuni y el litio que contiene su extensa superficie, ha despertado el interés de varias empresas del ramo que han enfocado sus “lentes” en el mayor salar del extremo sur latinoamericano, en Bolivia, cuyo gobierno está empeñado en arrancar lo más pronto con el proyecto de extracción y tratamiento del litio.

El tema está planteado, el tiempo corre y los interesados afinarán estrategias para establecer capitales en un negocio millonario del rubro energético. En el caso de Bolivia, hay varias ofertas, deberá elegirse la más segura por experiencia, inversión y tecnología.

Fuente: Medios.- Agencias.