Lo que viene después de Navidad

Para muchos, las fechas especiales son como cualquiera y pasan sin pena ni gloria, pero para otros, la Navidad marca un hito en su vida, es como un renacer de la esperanza en un mundo mejor y una vez pasada la fiesta, en que se dejó de lado lo cotidiano, el trabajo, para dedicarse a la familia, es como un nuevo comienzo.

Para algunos, pasada la fiesta, se debe volver a los afanes de la cotidianidad, sin embargo, el mismo hecho de recordar el nacimiento del redentor y sobre todo el para qué vino a este mundo, debe ayudarnos a ver la realidad de un modo diferente, es decir, no podemos volver a lo de antes y cometer los mismos errores, sino que debe ser un tiempo de reflexión y cambiar nuestras acciones.

Lo que marcó la Navidad de este año en la mayor parte del territorio nacional fueron las lluvias que perjudicaron a familias y comerciantes, porque inundaron diferentes zonas en distintas ciudades, en Oruro, por el fin de semana, muchas calles permanecieron bajo el agua, los cimientos de muchas casas fueron afectadas por la humedad.

La ausencia de las autoridades de la Alcaldía, en especial de la máxima autoridad edil brilló por su ausencia, o al menos no dio una rápida respuesta a la emergencia de los vecinos que sufrieron inundaciones, y quienes tienen que transitar por los barriales, por las pozas que se formaron y otras dificultades que trajo la incesante lluvia.

Otra preocupación fue la limpieza de las carreteras, que fueron afectadas por los derrumbes, aunque sólo en una ocasión se lamentó un saldo trágico por la caída de rocas, cuando una de ellas alcanzó a un bus de transporte interdepartamental y dejó algunos fallecidos y varios heridos.

El problema que quedó un poco relegado durante el fin de semana de celebración fue la política, que seguramente se retomará pasadas las fiestas, o al menos la ciudadanía no le prestará mucha atención porque aún no ha llegado otro hito en la vida de muchos, la celebración del Año Nuevo o despedida de la Nochevieja, oportunidad que muchas personas esperan para reiniciar su vida y reinventarse.

Cada fin de año los ciudadanos renuevan su promesa, consigo mismos, de iniciar nuevos retos que les lleven a alcanzar sus sueños, pero también suelen olvidar esos compromisos en el tintero, porque quedan sólo en buenas intenciones. Para ellos, auguramos que sus objetivos se realicen para el bien de sí mismos y de toda la humanidad.

Y que al retornar de los pendientes de contenido político, que sea para la tan anhelada conciliación y no para que se profundice la brecha que se abrió entre hermanos bolivianos, por intereses particulares de unos cuantos embelesados por el poder.