Animales en peligro de extinción

La paraba frente roja es una de las especies originarias de Bolivia que está en peligro de extinción, es decir, de desaparecer definitivamente de la faz de la Tierra.

Este animalito, probablemente, muy poco conocido en nuestra región, ha sido observado en los alrededores del río Yapacaní, Mizque y en el río Grande, así como en El Palmar, Santa Cruz, al sur de Cochabamba, al norte de Chuquisaca y en Toro Toro, al norte de Potosí.

Según la revista Expedición Bolivia, sólo quedan 800 parabas frente roja, lo que significa que están en serio riesgo de desaparecer muy pronto si es que no se toman los recaudos necesarios para preservarla.

La paraba frente roja mide unos 60 centímetros en promedio y pesa 550 gramos, en su plumaje predomina el color verde y su frente es roja, de donde deriva su nombre.

Este es sólo uno de los animales que en Bolivia, están en riesgo de extinción.

Las noticias sobre el hallazgo de cuerpos de estos animales a los que se les ha quitado el cuero completamente son frecuentes. Los cazadores que antes procedían a esquilar la lana en el lugar de caza, ahora prefieren quitar todo el cuero del animal para realizar la esquila posteriormente.

Los animales sacrificados son dejados en el lugar como prueba de su ilegal negocio.

La lana de la vicuña es la más cotizada en el mercado internacional por su gran calidad. El precio que se paga por kilogramo es muy elevado lo que a su vez provoca su caza ilegal.

En Oruro existen comunidades que se han organizado y que cuidan esta especie y también aprovechan su lana, pero con cortes que no dañan a la vicuña y más bien aseguran su sobrevivencia.

Las autoridades deberían imitar este ejemplo y ejecutar planes serios y de largo aliento para preservar este recurso natural que genera muy buenos ingresos a los campesinos.

Otras especies en riesgo de extinción en Bolivia son:

El oso hormiguero, la nutria, el puma, el cóndor de los andes, el yacaré, el tigre, el armadillo y también los quirquinchos orureños y la paraba azul.

Fuente: La Patria