La mendicidad, el otro lado de la Navidad

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Mientras unas familias alistan preparativos para la Nochebuena y la Navidad con regalos y el tradicional festín navideño, otras pasan las fiestas mendigando en las calles o vendiendo lo que puedan para ganarse algunos centavos o lo suficiente para tener una “Feliz Navidad”.

En estas fiestas de fin de año, la dura realidad de las personas en situación de calle se hace más evidente, toda vez que grupos de comunarios se agolpan hasta la ciudad de Oruro para recibir el apoyo y la colaboración de la sociedad quienes se solidarizan con este grupo vulnerable.

A una semana para la Navidad, las calles de la Capital del Folklore de Bolivia se convierten en el lugar de estadía de las personas del campo, quienes en su mayoría no tienen un espacio para quedarse, por lo que llegan a pasar la noche en las frías arterias de la ciudad.

PLAZA

Con la tradicional chocolatada caliente acompañada de su buñuelo, ofrecido por varios sectores, las madres y sus niños disfrutan de la Navidad recorriendo distintas zonas de la ciudad en busca de la solidaridad de la población.

Mientras los niños disfrutan de sus juguetes, las madres continúan vendiendo sus golosinas esperando recaudar algunos centavos más y lograr comprarse ropa o alimentos.

“Cada año llego a la ciudad, quiero comprarles juguetes a mis hijos, a mi niña le gustan las barbies y a mi bebé los peluches, yo no quiero nada para mí, solo por mis hijos vengo”, manifestó la señora Florencia, acompañada de sus hijos Eynar y Paulina.

Pasada la Navidad, la mayoría de las personas del campo retornarán a sus provincias, otras se quedarán hasta la festividad de Reyes; sin embargo, anuncian su retorno para el próximo diciembre.

Fuente: LA PATRIA