Las puertas de la Piscina Olímpica se convirtieron en comedor popular

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Una obra que no se abre por casi dos años de su inauguración, ahora se ve opacada e invadida no solo por los comerciantes que tenían sus puestos en la cercanía, sino que también por personas que aprovechan el sector para realizar otras actividades como lo acontecido el fin de semana reciente, cuando se cumplió una kermesse en las puertas de este “elefante blanco”.

Ya a nadie parece importarle darle utilidad a las obras que con mucho esfuerzo se consiguen en bien del departamento, mismas que son bastante escasas habrá que recalcar, ya que la falta de gestión impide que se tengan obras de gran envergadura para el ámbito deportivo de una región que con la minería sigue sosteniendo al erario nacional, pero poco le llega en materia de retribución en infraestructura.

Algo que no solo acontece de vez en cuando ya que en los alrededores existen comerciantes que están a pasos de la estructura donde cada día se sirven platos de comida, si bien están en su derecho de generar recursos se debe dar una regulación adecuada porque se habla de un espacio deportivo denominado olímpico, es decir que debe cumplir una función incluso de orden nacional, pero la realidad es diferente.

Mientras las autoridades hagan sus cálculos políticos y hagan esperar la apertura de esta obra para el próximo 10 de febrero, más personas se instalarán en este sector y aprovecharán el comercio informal, cuando en el edificio moderno se tiene pensado habilitar tiendas comerciales.

Algo que a futuro significará otro conflicto de intereses porque los comerciantes que están afuera querrán hacer respetar sus espacios en contra de los que estén en el interior pagando un alquiler por el espacio, pero de momento las autoridades del Sedede y la Gobernación no dicen nada sobre esta infraestructura deportiva que es otro de los “elefantes blancos” de la ciudad de Oruro.

Fuente: LA PATRIA