Emprender en artesanato

Las ferias navideñas de artesanía proliferaron por todo el territorio nacional, ante la urgencia de recuperarse de la crisis económica, en la que se sumieron las regiones, por el coronavirus, muchas personas recurrieron a su creatividad y comenzaron un negocio.

Muchos clientes se acercan a comprar y comentan en son de pregunta, ¿por qué tan caro? Pero no ven lo que hay detrás de un emprendimiento hecho a mano. Para poder presentarse a una feria, se deben preparar productos variados y novedosos, eso a veces toma muchos días o noches sin dormir o también dormir poco, ojos, manos que se cansan, horas de pie o sentados, los artesanos trabajan con mucho esmero y detalle.

Los emprendedores emplean más que dinero, mucho tiempo y dedicación, por lo que su trabajo no cuesta por la materia prima, sino por el tiempo, el esfuerzo y el conocimiento adquirido previamente, que luego se plasma en obras de mucho trabajo, talentoso, creativo, pero también muy esforzado.

Arriesgan un pequeño capital, que dicho sea de paso, muchas veces no es suyo, sino de un crédito o préstamo, que luego tienen que pagar con sus ganancias, quedando a veces poco margen de ganancia, pero los artesanos suelen persistir y perseverar, porque de ello depende la subsistencia de su familia.

En Bolivia es difícil emprender, porque cuando la gente ve que a alguien le está yendo bien, se le suben los impuestos, el alquiler o lo que sea. Sí se ve a alguien que progresa, se le pone la etiqueta de adinerado y comienza el acoso, la discriminación.

Pero emprender también significa poner al servicio de otras personas, los talentos y capacidades que tiene el emprendedor, comparte con los demás su pasión y sus sueños, de esa manera crea productos que se expenderán en diferentes espacios, para sobrevivir y con ello atender a su familia.

De esa manera, también, el emprendedor contribuye a la economía del país, por tanto, en lugar de poner trabas, las autoridades deben escuchar su clamor y crear las condiciones necesarias para que puedan continuar con la expresión de su talento en un objeto o varios, para mantener el ciclo económico del país, dinámico y fluyendo.

Por otra parte, cuando un artesano emprende, más que críticas o comentarios negativos, desea recibir apoyo, clientes comprensivos y dispuestos a pagar lo que realmente cuesta un producto elaborado por sus manos, que no regateen ni minimicen su esfuerzo.

Mientras más se apoya ese tipo de iniciativas, se mantiene el dinero circulando y eso ayudará a todos los ciudadanos a salir de la crisis económica y dejarla atrás, para mejorar y coadyuvar al desarrollo del país.