Perder el miedo al papel en blanco

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Tenemos la esperanza de que a estas alturas del siglo XXI, ya no se conciba la enseñanza del lenguaje, o más concretamente de la lengua, como sinónimo de gramática, ya que la experiencia y la tradición de concebir las clases de lenguaje como simple adquisición de conceptos sobre el mismo, no ha formado hablantes, por lo tanto no hemos logrado que las personas hagan uso de su lengua para efectos de comunicación, respetando, eso sí, la normatividad que rige aquella, puesto que debemos lograr comprendernos, conocernos y conocer al otro a través del lenguaje.

Las corrientes lingüísticas y pedagógicas van nutriéndose de nuevos conceptos, principios, teorías,, pues la educación responde a las necesidades de la sociedad, por lo cual también la enseñanza y el aprendizaje de la lengua responde a las necesidades de los hablantes, por lo tanto debiéramos lograr lectores y escritores, cuando afirmamos esta última expresión, no es precisamente formar poetas, narradores, sino que se tenga una escritura propia, puesto que ella transcribe nuestros pensamientos.

Siendo tan importante el lenguaje, la lengua en su expresión lectora y escrita, por qué escuchamos afirmaciones de estudiantes que dicen: “no me gusta ni escribir”, pero no nos sorprendemos, seguramente concurren diversas causas, no las analizaremos, pero, por la experiencia que tenemos se debe principalmente a la motivación y a las estrategias que utilizamos para formar lectores y escritores, en la connotación que ya aclaramos líneas precedentes.

Esta última apreciación nos motiva a compartir las experiencias que hemos recogido de los y las participantes de conversatorios, talleres, conferencias que han logrado plasmar en la hoja que estaba en blanco, sus creaciones poéticas, narrativas, en textos que son el testimonio de lo que aseveramos, depende de la motivación la ya compresión de la importancia del lenguaje en sus diversas manifestaciones.

Durante la pandemia, 2020 y 2021, hemos congregado a estudiantes de diferentes unidades educativas vía zoom para que, mediante el lenguaje, la lectura, el comentario de obras, autores, vuelquen ese potencial creativo en la hoja en blanco que ahora está llena de versos, párrafos, diálogos en las historias que han escrito y que hoy comparten con otros lectores.

El año pasado presentamos la antología de aproximación a la creación poética, edición colectiva, y en esta gestión el texto:

CUENTOS DE NAVIDAD, escritos por estudiantes, también una edición colectiva, que gracias a la comprensión de las autoridades de nuestro municipio se ha presentado en forma pública el día martes 14 en el Salón “Luis Ramiro Beltrán”.

Siempre afirmamos que el lenguaje es lo más importante para nuestra comunicación, pero no solo con los demás, sino también con nosotros mismos. Pero, ¿cuántos hablantes recurrimos a él para volcar nuestro mundo interior en el papel para compartirlo con los demás? Vaciar a través de las palabras ese baúl lleno de sorpresas, incluso para uno mismo.

El texto CUENTOS DE NAVIDAD es fruto de las semillas que nos atrevimos a sembrar en los y las estudiantes, que participan juntamente a sus docentes en esta edición colectiva, sin el afán de lograr eximios escritores, pues están empezando a jugar con el lenguaje en su aspecto creativo. Si más allá se constituyen en escritores, será un logro no solo para ellos y ellas, sino para sus familias, a quienes agradecemos por brindarnos su confianza.

Recordemos que las palabras transportan sentimientos, emociones, preocupaciones, a través de ellas simbolizamos todo lo que percibimos. En la presente ocasión las percepciones y representaciones que tienen, quienes se han animado a vencer el miedo al papel en blanco, sobre la Navidad. Lo más importante es que logramos que las personas que han participado de los talleres, venzan el miedo al papel en blanco, como ya lo señalamos líneas precedentes, para plasmar su mundo interior, para que consuman libros y escriban sus experiencias, sin tal vez alcanzar la estética que debe tener todo obra literaria aunque esté destinada al mundo infantil y juvenil, ya que antes que encontrar moralejas o enseñanzas, la óptica debe ser siempre la belleza de la palabra que cobra otras dimensiones por su carácter connotativo. Por otro lado, nos ha permitido conocerlos/las mejor, percibir sus preocupaciones, a través de sus escritos, subir su autoestima, etc., y por simple intuición, ha servido, en algunos casos como terapia, comprobando también aquella afirmación de que la literatura transforma vidas, ayuda a comprender de mejor modo la vida de uno mismo y de los demás.

Es ponderable la fantasía, imaginación que fluye de sus trabajos, ingredientes importantes para la creatividad, la misma que en la vida diaria se plasma en soluciones que encontramos a los problemas que enfrentamos, de ahí la importancia de las publicaciones, que a simple deducción pareciera no tener sus repercusiones, pero las tiene, y muy profundas.

Además, no solo es aprender a leer y escribir, sino es aprender para leer y escribir, este es el fin último del aprendizaje del lenguaje como componente curricular. Por otro lado, un espacio ayer vacío, hoy está lleno de versos y narraciones donde los y las estudiantes que se animaron interactuarán con sus lectores que serán sus pares, sus familiares y el público en general, sin embargo, no solo juegan a ser escritores, sino a darle vida al lenguaje, a que este sea parte de ellos y no esté lejos, ausente de sus vidas.

Sin embargo, no es escribir por escribir, como leer por leer, estas dos prácticas deben ser placenteras, debe ser un arte, como señala, el investigador peruano, Danilo Sánchez Lihón. ¿Cómo llegamos a lograr que sean actividades agradables?, pues a través de estrategias que nos inviten y desafíen a escribir, a interactuar con el texto, vale decir, leer comprendiendo, interpretando para luego asumir posiciones.

Escribir y leer divertidamente, no solo explota el poder creador, sino cultiva y cambia como personas, educa en valores. Hecho comprobado, se cambia vidas a través de la escritura y la lectura. Pareciera utopía, pero es una verdad, lo hemos comprobado en los talleres que brindamos y brindan quienes como nosotros se han apropiado de una gama de estrategias.

¿Quiénes se animaron a tomar el desafío?

Fueron la Prof. Carmen Mamani Huallco, Rudy Flores Torrez, Yardeliz Alejandra Vera Condori, Hanny Cayo Benavides, Mauricio Yucra Ibáñez, Anthony Fernández Flores, Luis Michael Vega Valdivia, Dennys Adrián Mamani Alejandro, Alexander Mendoza Mejía, Matías Daniel Jiménez Calizaya, Marcelo Divar Bernabé Apaza, Wara Sdenka Crispín Loza, Prof. Nayda Soliz Uño, Lourdes Minerva Ayma Selaez, Prof. Shirley Achata Mollo, Derlis Josue Tintares Choque, Peter Shande Lima Zarate, Prof. Marlene Soliz Calle, Andy Daniel Canaviri Martínez, Sebastián Bruno Condori Espinoza, Yelsen Yeferson Oxachoque Tito, Marcela del Pilar Pimentel Mercado, Prof. Franco Natalio Arroyo Terrazas, Tatiana Valeria Astete Videz, Prof. Rosemary Santos Maldonado, Fanny Choque Mancilla, Niara del Rocío Choque Carrasco, Amira del Rocío Choque Carrasco.

Pertenecientes a los colegios: “Litoral” de Caracollo, “Simón Bolívar”, “Antonio José de Sainz”, “William Booth”, “Genoveva Jiménez”, “Anglo Americano”, “Alemán” (Primaria) “Jesús María” (participantes independientes), “La Salle” (participante independiente).