Volvió el plástico al Uru Uru

Pese a las campañas de limpieza encaradas en el lago Uru Uru, el plástico volvió a contaminar sus aguas, que no son profundas, pero en esta época de lluvias incrementaron el volumen del espejo de agua, pero en la superficie flotan botellas pet amarillentas por la contaminación de minerales que también afectan a este declarado como sitio Ramsar, es decir, área protegida.

El Uru Uru, junto al lago Poopó, fueron declarados sitios Ramsar, lo que quiere decir que son importantes humedales para el planeta y deberían ser protegidos para que no desaparezcan, y a pesar de que se consiguió dinero de la cooperación exterior, para un programa denominado Cuenca Poopó, que tenía la función de mejorar las condiciones del mismo, se gastaron esos recursos en todo, menos para lo que fueron destinados.

Las campañas que le sucedieron no fueron masivas, es cierto, pero tampoco se dejó el lago al descuido, grupos de ambientalistas siguieron limpiando en otras oportunidades, lo que pudieron ya que no contaban con maquinaria, insumos y muchas manos para ayudar, pero lo hicieron.

Sin embargo, como señala el dicho, “la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia”, y en eso los ciudadanos fueron muy descuidados, porque se siguió contaminando el lago sin importar su supervivencia, pese a que se colocó en diferentes lugares de la urbe, canastillos de reciclaje de botellas pet y latas de aluminio.

Lo que ocurre es que la población no respeta las normas que señalan que no se debe echar basura por cualquier lugar. A todo esto, se suma el hecho de que las aguas ácidas de la mina San José continúan saliendo hacia el canal Tagarete, que desemboca en el lago Uru Uru, contaminando aún más sus aguas, donde se encuentran hasta cadáveres de animales o personas.

En la última limpieza fue necesario convocar la presencia de la Policía para que realice el levantamiento legal de un cadáver de persona que se encontraba en el agua, y como ése, hay hallazgos escalofriantes que pueden desanimar o asustar a cualquiera, pero pudo más el compromiso con la limpieza, de los activistas del medio ambiente.

Las nuevas autoridades, que sí bien no tienen aún un año de mandato, ya deberían entregar obras significativas, o continuar las que quedaron inconclusas de la gestión anterior, pero no deben detenerse.

En primer lugar se debe pensar en terminar el embovedado del canal Tagarete, luego poner defensivos y rejillas que filtren la basura, buscar otro cauce para desechar las aguas ácidas de San José, por último se tiene que hacer limpieza hasta que no haya problemas de basura y una gran campaña que involucre a todos los ciudadanos, para que limpien y mantengan así al lago.