La minería precisa normas para encarar su desarrollo

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Si hay una falencia notoria en un importante sistema productivo nacional, este es el de la minería, que desde hace bastante tiempo no tiene normas legales que impulsen su desarrollo, garanticen nuevas inversiones y faciliten la vigencia de regulaciones que le permitan competir en un amplio mercado externo, en el que el comercio de minerales mueve miles de dólares, precisamente para acrecentar su vigencia y expandirse gracias a una variedad de minerales, como las que posee nuestro país.

De manera permanente los productores mineros insisten en la necesidad de contar con una reglamentación que atraiga inversiones y las garantice ampliado las operaciones de exploración y fomentando las de explotación, pero con el apoyo de una nueva tecnología, mecanizada y respaldada con capitales de empresas del ramo, dispuestas a transformar la obsoleta minería nacional.

En el caso de la minería estatal, no se han hecho nuevas inversiones y los distritos productores mantienen su actividad en condiciones poco alentadoras, limitadas a presupuestos que no son reforzados para mejorar los índices de producción, por lo mismo los propios encargados de su manejo coinciden en reconocer que la minería estatal, seguirá estática y en algunos casos deficitaria

Varias autoridades han hecho su paso por la cartera de minería, sin lograr cambios sustanciales en el orden administrativo, que parece constituir el “cuello de botella” que frena planes de crecimiento en un sector en el que además es imprescindible abrir una senda a las inversiones, para concretar proyectos de inversión asociada, dirigida al aprovechamiento de una importante riqueza dormida, por la falta de decisiones superiores que rompan el esquema del sistema estatista, tan perjudicial en un rubro que como el minero requiere de fuerte apoyo financiero que solo el Estado no puede invertir.

Parecería que nuestras autoridades no observan la abierta competencia en la producción de países vecinos, casos de Perú, Argentina y Chile, dónde el movimiento de grandes inversiones permite desarrollar proyectos de minería moderna con óptimos resultados en el crecimiento de millonarios proyectos de múltiple desarrollo para bienestar de su colectividad.

Está clara la coincidencia de los productores mineros de nuestro país, los empresarios privados y los dependientes del sector estatal al reconocer que la falta de inversiones, constituye “una tranca” al desarrollo de la minería, para el lado privado faltan normativas legales de seguridad, mientras que en el sector estatal la carencia de recursos “frescos” mantiene estática la actividad minera.

Se acaba otra gestión en la que no se han registrado mayores inversiones en minería. Hay la esperanza de que el nuevo año se den condiciones apropiadas para la inversión minera privada y se apruebe un buen soporte para la estatal.