Democracia, más que un proceso electoral

Muchos parecen considerar la democracia como un proceso relacionado a elecciones, pero ella va mucho más allá, es decir implica algo más que sólo unos comicios o la realización de un referendo, y se construye entre toda la ciudadanía, políticos y civiles.

Durante el encuentro Democracia y Gobernanza, organizado por el Órgano Electoral Plurinacional y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, entre otras instituciones, una de las panelistas demostró que cuando se habla de democracia no sólo se está refiriendo a un proceso eleccionario, sino que se habla de otros factores que tienen que ver con la libertad de las personas, como la libertad de expresión, de elección y otras.

También hizo notar que una autoridad elegida no sólo debe gobernar para quienes le apoyan, sino que debe hacerlo también a favor de las minorías, dejar que exista pluralidad de pensamiento y que no sólo se escuche a quienes votaron para que ese ciudadano se convierta en autoridad.

No obstante, no se trata sólo de incluir a mujeres e indígenas en el proceso electoral, para cumplir la paridad y alternancia, sino que se debe analizar también la motivación que tienen esas personas y ver que se integren dando valor al trabajo que realizan como autoridades.

Para que una democracia sea tal, se debe capacitar y educar a las personas, para que conozcan sus derechos y obligaciones, y sepan el valor que tiene participar de manera activa en el ámbito público, además que quieran realizar cambios significativos por el bien superior de la sociedad.

Por otra parte, se debe dejar de repetir viejos discursos de memoria, por lo contrario, se debe estudiar y analizar la realidad para actuar de acuerdo a las convicciones que interiorizó esa persona, pero razonando sobre la factibilidad de esos planes a largo plazo.

Se habla mucho de descolonización, es decir, se quiere dejar en el pasado ciertos elementos asimilados durante la Colonia, y rescatar viejos saberes ancestrales, pero eso no es garantía de una democracia saludable, ya que en la época precolonial había imperios y un solo mandante, no había elecciones ni procesos parecidos.

Se romantiza mucho la época incaica, pero cabe recordar que en esa etapa se daban sacrificios humanos y los castigos a la desobediencia eran severos, la misma justicia comunitaria es dura a la hora de dar castigos y si bien se tiene un sistema jurídico europeizado, pero está pensado en base a análisis realizados previamente y aunque no es perfecto tiene sus bondades.

Lo mismo pasa con los procesos electorales y la democracia, no son perfectos, pero aún sirven para organizar de mejor manera la vida institucional de la sociedad, porque al menos en algo se garantiza la legitimidad de las instituciones y la libertad de acción que tienen.

Por otra parte, la democracia la hacemos todos, respetando la diversidad de opiniones, de expresiones, de manifestaciones acerca de la realidad nacional, así que entre todos debemos vigilar que se cumplan las prerrogativas democráticas de cada ciudadano.