Jueves 09 de diciembre de 2021
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La flor de Tani Tani, cuyo origen está en los departamentos de Oruro y Potosí, muestra la riqueza del altiplano boliviano, pero muy requerida para adornar las casas cuando estas deben ser parte vital del Carnaval, principalmente del viernes y martes de ch’alla.
Son hierbas que viven por mucho tiempo (dos a tres años) y que conservan sus hojas verdes en todas las estaciones, cespitosas, con una raíz dura y amarillenta y un tallo ramificado cubierto con restos de hojas viejas.
Los tallos florales son varios a muchos al mismo tiempo, 5-20 cm, firmes, usualmente simple debajo de la inflorescencia. Hojas de color verde brillante, opuestas, márgenes lisos, ápices agudos; hojas basales, la mayoría de las hojas estrechamente lineales, casi paralelas, según el registro del Museo Nacional de Historia Natural.
Flores globosas, ocasionalmente de cuatro a seis por tallo, erectas, pentámeras; cáliz brillante, verde, campanulado; corolas longitudinalmente rayadas de color escarlata y amarillo brillante, a lo largo de los márgenes exteriores de los lóbulos, lo que hace llamativa a la flor, permaneciendo cerrada in situ excepto por una pequeña abertura circular (lóbulos frecuentemente separados en especímenes de herbario).
Fuente: LA PATRIA