Martes 24 de abril de 2012
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A la serie de demandas a las que está sometido el Gobierno se suma una más del magisterio, ahora en relación a la nivelación de salarios entre área urbana y área rural.
Esta es una problemática que se arrastra desde muchos años atrás y nunca mereció una atención de los gobiernos de turno. Hubo un atisbo de nivelación cuando en la Ley 1565 de Reforma Educativa (todavía vigente) se hablaba del "maestro único", pero esto quedó en el papel habida cuenta de una separación profunda entre el magisterio urbano y el rural, ahondada con la arrogancia de dos confederaciones que, difícilmente podrían convertirse en una sola, sumando a esto que la misma Ley, no especificaba el tratamiento que iba a darse al llamado "maestro único".
Ahora el problema está planteado y el Gobierno en un disimulo de incapacidad sólo le da largas al asunto, indicando que la solución se la verá a futuro, con las ya consabidas mesas de trabajo y cansinas e improductivas reuniones.
EJEMPLOS
Hace 60 años cuando Santa Cruz no llegaba más allá del tercer anillo, existían varias escuelas rurales alrededor de la ciudad y todo estaba en orden. Ahora, cuando la ciudad ya sobrepasa el décimo anillo, aquellas escuelas rurales quedaron dentro del radio urbano, en muchos casos lado a lado o a escasos metros de escuelas urbanas. Y esto es lo insólito e irónico, pues el salario diferenciado, en cierta forma, ofende y provoca la sensibilidad del magisterio urbano.
