Obra de Óscar Alfaro escrita para Oruro

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Rememoramos a quién defendió la libertad y la justicia, desde el canto de las ranas, dónde las luciérnagas fueran bastión en las fronteras para iluminar esos caminos desérticos. Su lucha por los olvidados, fue desde el hálito, encendió la fragua y se tornó la protesta en el “El vuelo de la libertad”.

Labrador, seguidor de los manantiales, del valle, de las flores y de las lluvias, trazó en el tiempo, la esencia de sus versos. Fue paladín de la ternura para aproximarse a los niños.

Sus creaciones permitieron gustar de la lectura, por la pureza y el profundo sentido a la vida, escribir se convirtió en su pasión y esperanza. La escuela de luz por las letras llegó a ser verbo en su corta existencia.

Oscar Gonzáles Alfaro. Nació el 5 de septiembre de 1921 en San Lorenzo, Tarija, lamentablemente su deceso fue la navidad de 1963 en la ciudad de La Paz, a la edad de 42 años.

Empezó a escribir desde muy joven, inspirado en su Tarija querida. El poema “Granizada” le permitió ser ganador en los Juegos Florales en la ciudad de Sucre el año 1949, está incluido en su libro la “Copla Vivida”. Si bien era conocido, comenzó a ser reconocido a partir del Primer Premio Nacional que obtuvo, con sus Cuentos Chapacos (Costumbristas) en 1956, y, antes de fallecer, obtuvo el Premio Nacional de Cultura en 1963.

Los poemas cívicos “La Escuela de Fiesta”, fueron autorizados como texto oficial de lectura para el Nivel Primario, con Resolución Ministerial No. 643/1976, siendo denominado como “Alfaro poeta militante del amor. Alfaro poeta maestro elemental de la ternura. Alfaro poeta en los más altos sentimientos de la Patria y de la solidaridad con el hombre”. Precisamente en esta obra, para Oruro ha escrito 4 poemas: Oruro, Sebastián Pagador, Los diablos de Oruro y los Niños Mineros.

La Reforma Educativa, a través de la Secretaría Nacional de Educación, editó “El avión de papel” y “Ronda de Paz”. Los versos fueron escritos en un momento donde el hombre no gozaba plenamente de sus derechos, (voto universal). Oscar Alfaro con mucha sutileza y poesía pura hizo desfilar a los animales, las aves pieza fundamental, interpretadas en el libro “Ronda de Paz”: El País de los Pájaros, El Pájaro Revolucionario, Jaula de Canarios, El Pájaro Gamonal.

“El sapo que quería ser estrella”, tiene profundos mensajes sobresalen en cada obra, el refrán es un grito de rebeldía, el “Quirquincho Músico”, en la ansiedad de llamar la atención aún a costa de la vida, el mamífero que identifica al orureño termina en un instrumento musical. Fue editado por Editorial Plus Ultra de la Argentina. En la destreza sostiene el fuego de su dogma, espontáneo y natural con un clamor de insubordinación, e inerme, considera que sus escritos “Camarada Cristo”, son la justificación al ser el paisaje, el aire, el sol y la faena empañada por las malas sombras. La confederación de pájaros, es una lección de lealtad, fidelidad, cómo el engaño puede recurrir a viles mentiras hasta seducir para conseguir oscuros y crueles propósitos.

“Cien Poemas para niños” otra de sus obras, fue declarada texto oficial para el ciclo primario. Es emporio de poemas selectos, dedicados con ternura, comienza con “Viaje al pasado” A doña Carmen Alfaro, mi madre:

“Desde adentro, desde adentro,

desde el fondo de un abismo,

viene corriendo a mi encuentro

un niño que soy yo mismo.

Iluminando el olvido

con este niño en los brazos

yo voy haciendo pedazos

los años que ya he vivido.

En el fondo del pasado

hallo mi casa materna

donde está mi madre eterna

frente a un Dios crucificado”...

Los fascículos “Oscar Alfaro”, son cuentos donde la imaginación transporta a otros senderos, y los poemas, condensan la línea de los sueños, escribió para los niños del mundo, dejó un valioso legado, siguió la ruta de la infancia siendo grande, fue ejemplo de ternura y constante referencia al suelo patrio.

El Romancero, contiene veinte poemas ilustrados con diferentes tipos de bellas flores, que hábilmente fueron seleccionadas por su hijo Oscar. Daría la impresión que es el corolario de su obra, porque las hojas van sueltas y la presentación es a todo color.

Estas inspiraciones desde la cavidad del corazón, son aportes que sensibilizan al lector, la mirada del amor inacabable. Resaltan los idilios, Romance de la niña buena, Romance sobre tus huellas, Romance de la amada tierra, Romance primaveral, Romance de los sembradores. Todo este conjunto de soles, iluminan su destino, su corazón late, conmovido por los suspiros, los desvelos, la ansiedad de revelar la lumbre de la aurora, enriquece con el primer poema manuscrito dedicado al amor de toda su vida, Fanny Mendizábal.

Pionero de la literatura infantil, cultivo y aportó a las letras desde el espacio azul de la tierra, cuyos senderos altivos como los pájaros, fueron su lumbre. Pinceló con el abecedario un canto profundo de amor por los niños, por esta geografía, por esta simiente de aguaceros que hacen ruido y se alejan, por los granizos que caen, inundan y desdibujan el arco iris.

Durmió cuando en la navidad refulgían las luces terrenales y en lo alto las estrellas relucían como pájaros de fuego, fue el encuentro del Nazareno, (en los diciembres sin final simbólicamente, nacerá nuestro Jesús). En su infinito cantará una ronda a los ángeles infantiles, a las musas, los juglares, músicos, pintores como Gustave Moreau que plasmó un delicado lienzo, un centauro lleva en sus hombros a un poeta muerto.

Oscar Alfaro, escaló en verano, con la visión y certeza de la vida eterna.

(*) Es poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultura orureña