¿Conviene abrazar el federalismo?

Después del paro cívico que se realizó en diferentes capitales de departamento en Bolivia, se logró el objetivo que era la abrogación de la Ley 1386, pero algunas regiones tenían otras peticiones por lo que quisieron prolongar la medida de presión. Sin embargo, recibieron las críticas tanto del Gobierno como de otros sectores.

El enfrentamiento de las calles también se vivió en la Asamblea Legislativa, por lo que se agudizó la división que existía en ese momento, ya que después de las elecciones subnacionales se dio por sentado que la mayoría de los municipios capitales de departamentos están contra el partido oficialista.

Entonces, desde la región más antagónica al actual gobierno resurgió la idea del federalismo, antes se hablaba de autonomía, la cual fue rechazada en primera instancia por el partido que actualmente está en el poder, aunque con otras personas al mando, pero luego sí aceptaron y promovieron ese tipo de estado.

En cambio, la opinión de los opositores estuvo dividida, entre quienes consideran que sería la solución para que mejore todo en el país, para otros es una manera de que el expresidente masista, es decir, que representó al Movimiento Al Socialismo, MAS, podría aprovechar para encaramarse nuevamente en el poder.

Para el gobernador cruceños, así como para el alcalde cochabambino, el federalismo puede ser la solución para que se produzca un cambio en la justicia, en la policía y en otras instituciones, que según sostienen, ahora sólo sirven al partido del Gobierno central y se han dedicado a perseguir a sus opositores.

Desde hace muchos años existió el deseo de los cruceños de autodeterminarse, de no responder al Gobierno central, porque consideran que más que ayudarlos a desarrollarse les lastra. Pero ellos no deben olvidarse que en otras gestiones, regiones como Oruro y Potosí dieron sus riquezas para impulsar su desarrollo y Santa Cruz, al menos, tiene una deuda histórica con estos departamentos.

No obstante, quizás sea una mejor manera de que cada región se desarrolle al ritmo que mejor le convenga, que aprendan a administrar sus recursos y no dependan para todo de un gobierno y no tendrán que esperar la “caridad” de éste, al menos en Oruro, ni siquiera el único presidente orureño que tuvo el país le dio la importancia que merece la tierra que fuera su cuna.

Asimismo, si se abraza el federalismo, que de todos modos ha funcionado bien en otros países, podríamos gestionar recursos internacionales para afrontar tanto problemas como nuevas oportunidades de crecimiento, y a la vez que se logran soluciones para ciertas cuestiones, para otras se conseguiría la cristalización de los más caros anhelos, por años postergados, para regiones como las del Altiplano principalmente.