Insistencia en las represas

Pesé a la negativa de los pueblos indígenas y que expertos explicaron las consecuencias que tendría construir una represa sobre el río Beni, en el sector Chepete-El Bala, la empresa estatal ENDE insiste en llevar personal y continuar con el proyecto.

En un reportaje publicado por Los Tiempos, se recogen testimonios de indígenas que se oponen a la construcción de la represa, porque están convencidos de que ella dañará el ecosistema De la cuenca amazónica del río Beni, que hoy por hoy muestra una naturaleza de exuberante flora y fauna.

Una comisión formada por comunarios de diferentes comunidades ribereñas, quienes se oponen a la edificación de la represa, persuadieron a los obreros para que dejen de trabajar en la zona, no obstante, el encargado del proyecto amenazó con iniciar un proceso por “secuestro” de sus obreros, ya que la comisión se aseguró que las embarcaciones llenas de obreros llegarán a Rurrenabaque para cumplir su promesa de dejar de lado la construcción de la represa.

Para los comunarios ribereños el río es su medio de subsistencia, además es su camino, si se llega a matar la biodiversidad que existe ahí ellos quedarán sin el sustento que tienen ahora y quizás se vean obligados a emigrar a otros lugares, pero lo que también les preocupa es que toda la riqueza natural que existe en las inmediaciones se pierda.

Tomemos en cuenta que la Amazonia es una inmensa reserva de biodiversidad, por lo que grandes extensiones de territorio son áreas protegidas, por lo tanto, deben ser, a toda costa, preservadas de todo posible daño.

Por otra parte, al tratarse de una zona de pueblos originarios, quienes viven de los recursos naturales que les otorga la madre Tierra, antes de iniciar cualquier construcción debe haber una consulta previa e informada, para que no ocurra lo que pasó con el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, TIPNIS, que tras casi una decena de marchas se tuvo que hacer la consulta, que fue extemporánea.

Es cierto que se necesitan fuentes de electricidad para desarrollar muchos proyectos, pero también se debe tomar en cuenta que hay ciertos territorios que son intangibles, es decir, no sé pueden tocar. La misma Constitución Política del Estado, CPE, obliga al estado y al Gobierno a realizar la consulta previa e informada, para evitar futuros problemas con los habitantes de la ribera del río Beni, y si realmente es una obra de necesidad prioritaria y no afectará de manera negativa la vida de los ribereños se podrá construir lo que gusten.

La verdad es que la experiencia ha demostrado que las represas son proyectos muy dañinos para los ecosistemas, y aunque se haga la consulta previa, los pueblos indígenas seguirán oponiéndose a la construcción de dicha obra, porque para ellos es más importante preservar su territorio, habría que explorar otras soluciones.