¿Por qué fallamos al elegir una pareja?

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Muchas veces comenzamos una relación con mucha ilusión, pero con el pasar del tiempo ésta se va deteriorando y terminamos separados y con el corazón roto, cuando no acaba en pelea.

Esa situación nos lleva a preguntarnos ¿por qué ocurrió eso, si empezamos tan bien?, o también nos decimos que no nacimos para amar, comparamos y llegamos a la conclusión que por más que tratamos, cambiamos de pareja, intentamos con otras personas acabamos en la misma situación, con el corazón con agujeritos y sin esperanza.

Lo que ocurre es que muchas veces, o la mayoría de ellas, elegimos a nuestra pareja desde la necesidad afectiva, queremos llenar el vacío que sentimos, por falta de amor propio, con el amor de otra persona.

Cuando elegimos desde la necesidad de amor, de validación, de fortalecer la autoestima, de tener compañía, las relaciones no suelen durar porque todas esas cosas debemos darnos primero nosotros o nosotras, no podemos dar lo que no poseemos y ¿cómo vamos a recibir si no damos? Se hace un círculo vicioso en que esperamos recibir, pero no estamos dispuestos a soltar o a dar de nuestra parte.

Para elegir una pareja debemos preguntarnos primero, ¿cuáles son sus valores?, ¿qué principios tiene?, ¿qué intereses posee?, ¿hacia dónde quiere llegar en la vida? Es importante que tengamos valores, principios, intereses, metas y propósitos en común, porque algunos de ellos son irreconciliables y la convivencia será muy difícil si deseamos formar pareja.

Por ejemplo, una persona que ame a las mascotas y quiera vivir rodeada de gatos, pero la otra persona no los soporta, y es más, tiene alergia, ¿cómo piensan hacer una vida en común? Irremediablemente van a terminar separándose.

En primer lugar, tenemos que explorar nuestro interior, saber lo que nos gusta y disgusta, cuáles son nuestros intereses y propósito de vida, amarnos y aceptarnos con defectos y virtudes, además saber qué podemos tolerar y hasta dónde podemos ceder, entonces estaremos listos para elegir a una pareja,

Verás que al considerar lo antes expuesto escogerás a alguien que tenga en común los puntos anteriormente mencionados, de manera que miren hacia un mismo objetivo y caminen juntos hacia el mismo lugar, apoyándose y ayudándose el uno al otro a crecer y a alcanzar la mejor versión de cada miembro de la pareja.

Espero haberte inspirado y que tengas más luces para elegir a tu próxima pareja, hasta la siguiente semana.

(*) Es Coach diplomada en Coaching Femenino, Coaching Ontológico, certificada en Bienestar Emocional, PNL y Liderazgo Femenino, diplomada en Animación a la Lectura

Cel. 76141388