Miercoles 10 de noviembre de 2021

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En la memoria titulada “Oruro, Tierra de Paradojas” la Dra. Graciela Gallardo de Vildoso describe la admirable y señera narración, que sirve como testimonio escrito de lo que sucedió en aquel grandioso día, en el que el primer aviador sobrevoló el maravilloso espacio celeste de nuestra patria, y fue precisamente el límpido cielo orureño que acogió aquel gran acontecimiento. Por su importancia se transcribe ampliamente aquella antigua narración:
“...en este día de evocación no podemos omitir es que también el límpido cielo del altiplano y las cumbres de nuestras cordilleras, ante el asombro e incredulidad de sus moradores, vieron surcar por las nubes el primer avión boliviano, piloteado por un orureño, don Juan Mendoza. Ante el sólo anuncio de que el aviador Mendoza acompañado de su mecánico Mardesich, que popularmente era conocido por el “chaja” o gordo Mardesich, debía llegar a Oruro piloteando un avión, la población desbordante de delirio y felicidad desde las 5 de la mañana de un día del año 1912, se dio cita en las alturas de la colina de Conchupata para no perder el espectáculo de la sobrenatural hazaña que un mortal realizaría. Las autoridades ese día habían declarado feriado, como no podía ser de otra manera, si el pueblo iba a presenciar el acontecimiento más grande del siglo. La espera fue muy larga, la impaciencia se pintaba en todos los rostros, unos esperaban en el Altillo y otros en Conchupata, y más o menos a las 11 de la mañana vieron aparecer la máquina que dio pequeña vuelta y el aviador aterrizó en Papel Pampa”.
Fuente: LA PATRIA