Miercoles 10 de noviembre de 2021

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Existe una hermosa referencia de lo ocurrido en la población de Poopó, aquella memoria escrita corresponde al párroco de aquella población, Juan L. Rojas. Quien relata los sucesos originales que ocurrieron a la llegada de Juan Mendoza, como durante su estadía y su vuelo triunfal hacia la ciudad de Oruro, esta inédita y hasta hoy no difundida relación histórica, dice:
“...en aquellos años nos encontrábamos a la cabeza del pueblo de Poopó desempeñando el cargo de cura Párroco del lugar, y cuando un día menos pensado, de golpe y porrazo se nos dejó caer en la localidad, Mendoza con su aparato transportando en carros planos del ferrocarril. Entonces el municipio lo declaró “Huésped de Honor”; se hizo acuñar una enorme medalla de oro (10 £ fundidas); se le ayudó a descargar el avión, porque el aparato ‘héroe’ había venido en dos carros; con las alas separadas del tronco, juntamente con toda su complicación mecánica. En un momento de [ilegible] cuando el aviador nos enseñaba una y otra cualidad del monoplano Fiat, llegó a descapar, mejor dicho, a levantar las compuertas del motor y ¡Sorpresa de nuestros lectores! Vimos caer de todo el armazón, pedazos de estaño, soldaduras, cañerías delgadas de cobre, trozos de alambre, y aún algunas tirillas de cuero de toro, con más una lata de agua que había acostumbrado llevar para refrigerar el motor. Sin desanimar al ‘valiente’ piloto dijimos entre dientes: ¿Con todo este conjunto de averías levantará vuelo este temerario aviador? Después de dos días de arreglar el avión, la mañana del 21 de noviembre, todos los habitantes de Poopó, con sendas calderas de ponche y ligeros copetines de whisky; los despedimos a Mendoza a las 6 en punto, rumbo a Oruro...”
Fuente: LA PATRIA