Un año después: Arce evalúa su gestión

Después de un año en la silla presidencial, el Presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, dio un discurso en el que debía evaluar su gestión y demostrar los resultados de las promesas electorales cumplidas o incumplidas, según analistas y opositores, la alocución estuvo cargada de cifras y de odio.

Lo que se vio fue que Arce nuevamente miraba hacia el pasado para validar su gestión, mientras descalificaba, por enésima vez al gobierno transitorio, al que echa la culpa de todos los males que enfrenta Bolivia, olvidando que detrás de aquel hubo un régimen de 14 años, que tampoco fue una taza de leche.

Para muchos, de los que fueron consultados por periodistas de diferentes medios de comunicación, se trató de un discurso que fomenta a la confrontación, y nuevamente los asambleístas, tanto del oficialismo como de la oposición, “dieron un espectáculo” al enfrentarse entre ellos, gritando consignas y causando desorden, irrespetando además la investidura del Presidente del país.

Entre las reacciones de quienes opinaron, se criticó el hecho de que el presidente Arce sólo gobierna para quienes votaron por su partido y no para el conjunto de los bolivianos, incluyendo al 45 por ciento que no votó por él, pues hallan que en lugar de buscar la reconciliación, sus discursos, en los que no deja de mencionar un Golpe de Estado, más bien llevan a la confrontación, y eso fue lo que se vio en el hemiciclo, desde donde se dirigió a la nación.

Mientras Arce evaluaba su gestión, en las calles de las diferentes ciudades del país, se registraban bloqueos, enfrentamientos y protestas, contra leyes, calificadas de “abusivas” y “arbitrarias”, inclusive en Santa Cruz se vio que grupos de choque, armados con petardos y encapuchados se acercaron a los puntos de bloqueo para provocar enfrentamientos, y pese a que la Policía actuó para detenerlos al rato los dejaron ir.

No ocurrió lo mismo con los bloqueadores, pues se arrestó a 125 personas y algunas deberán enfrentar cargos, porque en esta ocasión el bloqueo, según el Gobierno, era ilegal.

El país se muestra cada vez más dividido, y cada que el Presidente Arce habla, la brecha se abre más, por lo que, sobre todo opositores, pero también algunos exmandatarios y analistas políticos, señalaron que en lugar de enfocarse en el pasado, en nombre de la democracia, se debe mirar hacia un futuro en común, donde todos apunten hacia el desarrollo y el crecimiento de Bolivia, para hacer de ésta, una nación fuerte y próspera.