Hablemos de la cuarta ola

Sin que haya pasado aún la tercera ola de contagios del coronavirus, ya se hablaba de una cuarta ola, que al parecer ya está a las puertas en algunas regiones más que en otras, en el territorio boliviano, al menos ya existe alerta en las ciudades del eje.

Y cómo no sería inminente el acercamiento de la cuarta ola, si en las principales ciudades capitales de Bolivia se decidió organizar actividades de concurrencia masiva, como son las ferias exposición de Santa Cruz y Cochabamba, que pese a haber anunciado un plan de bioseguridad para evitar los contagios, al parecer no resultó totalmente efectivo, ya que, al menos en Santa Cruz las cifras de contagios se dispararon luego de realizarse la mayor feria productiva.

En Oruro se tiene en puertas dos actividades que convocarán de manera masiva a la ciudadanía, una es la feria exposición Expoteco, y otra es el primer convite del Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Hay devotos danzantes del Carnaval que están considerando participar o rechazar la posibilidad de participar en el Convite y posteriormente en la entrada del Sábado de Peregrinación, ya que a los bailarines se les exigirá el certificado de vacunación, pero, ¿se tendrá la capacidad para controlar a todas las personas que asistan como espectadores?

En cuanto a Expoteco, también se aseguró que se controlará la seguridad en la entrada, pero hay un detalle que no se tomó en cuenta, aún existen muchos grupos etarios que no recibieron la vacuna y es por eso que se mantienen las clases virtuales y no se retornó a las presenciales, pero la ciudadanía asiste con sus hijos pequeños, poniéndose en riesgo su salud y la de los demás.

La situación es delicada y habrá que analizar un poco más, y a conciencia, se debe tomar una decisión sobre la base de la experiencia de la Fexpocruz y Feicobol, tomando en consideración que también que el Carnaval es una actividad que reúne a más gente.

Ya se vio la gran aglomeración de personas en el Calvario, ya que los ciudadanos están impacientes por retomar sus vidas donde la dejaron antes del Covid-19 en marzo de 2020, quieren volver a celebrar las tradiciones como si nada hubiera pasado, pero lo cierto es que el virus se ha cobrado muchas vidas y conviene cuidarse, al menos con el uso del barbijo y si corresponde acudir a los centros de vacunación y recibir sus dosis correspondientes.

De todos y cada uno de los ciudadanos depende que la pandemia termine pronto y se erradique la enfermedad, porque si tentamos al destino y no nos cuidamos, el número de contagios subirá como la espuma y será el preludio de una cuarta ola, que en realidad está a la vuelta de la esquina.