Evolución consciente

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Los hombres y mujeres que despiertan espiritualmente desarrollan gracias a esta ley superior los valores esenciales eternos y experimentan en forma directa la sabiduría universal.

La Evolución Consciente se basa en estos dos principios básicos: 1.- “Todos somos Uno”. 2.-“Todo en la Unidad esta interrelacionado”. El Dogma de la Separatividad no existe. Todos somos y pertenecemos a una sola familia universal de seres que estamos plenamente interrelacionados entre si, no existiendo los condicionamientos de adentro y afuera. Lo individual y lo colectivo son una sola verdad, una sola realidad y un existir compartido, dependiendo todos de todos en una cadena evolutiva perfecta e infinita donde no hay principio ni fin. Todos somos como células conectadas, que debemos formar tejidos perfectos de exuberante belleza, desarrollándonos en paz y armonía para alcanzar la autorrealización plena individual en comunión con la colectiva.

Los seres inferiores, que aún no conocen la ley de la cristalización objetiva son egoístas, temerosos, desconfiados, violentos, separatistas, materialistas y carentes de verdadero amor, por el contrario los seres que han despertado a la realidad de la vida en plenitud son solidarios, generosos, armónicos, confiados, altruistas, espirituales, llenos de amor y sabiduría, alegres e inmensamente felices, por que experimentan de instante en instante esa conexión con el Todo que nos nutre, cobija y sustenta amorosamente, no existiendo el temor ni la inseguridad porque estos fueron transmutados en armonía y felicidad, en base a la comprensión, habiendo vivenciado la abundancia y el amor que palpita en cada átomo de la infinita variedad que se sustenta en la unidad.

Busquemos el despertar de nuestra conciencia que nos conectará con la maravillosa realidad del universo y podremos aplicar la Cristalización Objetiva para evolucionar conscientemente desarrollando los atributos y virtudes universales necesarios (castidad, humildad, serenidad, altruismo, filantropía, diligencia, templanza), que nos llevan a experimentar paz duradera, irradiando amor consciente, expresando alegría inagotable, sintiendo plenitud en armonía con la creación, experimentando libertad real en conexión con todos los seres del universo.

El primer paso es cambiar nuestra manera de pensar, nuestra manera de sentir y nuestra manera de vivir, orientando todo nuestro trabajo a la florescencia del espíritu residente en nosotros, dándole la oportunidad para que sea EL, el que guíe nuestras vidas en una evolución consciente hacia el eterno principio, en una espiral ascendente cada vez más cerca del creador inefable.

Fuente: La Patria