Lunes 01 de noviembre de 2021

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El país está en una verdadera encrucijada al ver que la libertad de expresión está en riesgo, porque al propio estilo de una dictadura se desata una guerra mediática populista para acallar a la prensa nacional.
Ello se hace evidente al pretender poner en práctica la Ley de Comunicación Indígena Originaria Campesina y Afroboliviana con objeto de que todos los medios de información periodística estén bajo el control del Estado a fin de que no haya hegemonía en el derecho a disentir.
Logrado ese propósito será mucho más fácil que la concentración del poder quede en manos de una minoría para engrandecer un socialismo con mentalidad populista.
Los que ahora estimulan esa tendencia creen tener la imperativa necesidad de aunar esfuerzos para la autopreservación de un gobierno que lleve adelante el control total del poder y haya en Bolivia supremacía cultural de izquierda.
Estos grupos sostienen tener el derecho de hacer necesaria una decisiva intervención intelectual, comunicacional, informativa para defender proyectos populares que transformen la nación en una república donde haya influencia de las ideas que sostiene el socialismo del siglo XXI.