PRESENTACIÓN

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En el devenir del tiempo hubo un hito en la historia del mundo, que nos remonta al 1 de Noviembre de 1606, cuando el extranjero con sed de conquista de nuevas tierras, decidió erigir un terruño en homenaje al Rey Felipe de España, bautizándola como la muy noble y leal Villa de San Felipe de Austria.

Aquel momento, no fue casual, ya que en este sitio del globo terráqueo, había riqueza clavada en las entrañas del cerro Pie de Gallo, entre otros circundantes, apetecida por el foráneo quien decidió sentar soberanía, haciendo suyo la cuna que no le pertenecía.

Luis Mendizábal Santa Cruz escribía: “Aquí las gentes no preguntan de dónde llega el hombre cuando trae en las manos la crispación dichosa del trabajo ¡Alta tierra de Oruro! Eres la enamorada del gringo y del gitano. Tu cosmopolitismo tiene un vigor geográfico. Eres la tierra de los libres. Todas las tiranías se abatieron al impulso de tus varones”.

Oruro es la estirpe de la transformación nacional, su gente nacida en este territorio y el extranjero que se convirtió en orureño, logró ese objetivo a punta de esfuerzo, dedicación y amor a esta tierra.

En letras de oro se escribieron páginas de rica historia, porque es aquí donde se sentó el camino de la libertad, con valerosos hombres que trabajaron en ese cometido, y si bien fueron traicionados y muertos, dejaron la semilla de la independencia que más tarde recogería sus frutos con una Patria soberana.

Ese estremecimiento tesonero del trabajo, estaría en el poder de los brazos de cada orureño, quien desde distinto ámbito lograría lo impensado, cambiar las ideas por progreso, el trabajo por desarrollo, el sentimiento por cultura, las remembranzas por tradiciones y la fe en Carnaval.

La labor de los hombres y mujeres de la Alta Tierra de los Urus, es lo que destacamos en esta edición, quienes con la convicción más sincera lucharon por el engrandecimiento de la región, sin importar su condición, en cuya mente no solo estuvo salir del montón de los anónimos, sino ser el ejemplo de futuras generaciones para mantener vivo el concepto de la superación.

Fervientes y fieles a ese propósito es que hoy, cuando celebramos los 415 años de la Fundación de la ciudad de Oruro, queremos rendir un sentido homenaje al aporte de ese elemento humano que trabajó y trabaja denodadamente por días mejores.

Agradecidos por reflejar hacia ustedes y compartir las experiencias de orureños que creyeron en la tierra que los viera nacer, como una retribución a su formación, les dejamos este material, que quedará grabado en los confines de la historia, como un regalo a esta fecha tan especial.

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