Violador de 74 años que simulaba ser un joven playboy en Tinder fue sentenciado

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Ligar a través de las redes sociales o de sitios de citas en internet puede ser a veces engañoso y deparar sorpresas muy desagradables. Es lo que les ocurrió a decenas de mujeres que aceptaron la fantasía sexual propuesta por Jack Sion, un septuagenario francés que este viernes ha sido condenado en Montpellier a ocho años de cárcel por violación.

Durante años, Jack Sion, tres veces divorciado, se hacía pasar por un decorador de interiores que trabajaba en Mónaco, un lugar que desprende glamur. En su perfil en los sitios de encuentros como Tinder colgaba la foto de un hombre apuesto que decía llamarse Anthony Laroche, de 37 años. Era la imagen pirateada de un modelo.

A las candidatas a la cita romántica -un total 342 mujeres de edades muy variadas, según las fichas minuciosas de cada una que guardaba- las iba ablandando con paciencia y recursos retóricos.

En más de veinte casos, entre el 2009 y el 2015, las mujeres picaron el anzuelo y se prestaron a jugar un arriesgado juego. Él las convenció para vivir una fantasía sexual inspirada en “Cincuenta sombras de Grey”.

Las convocaba a su piso, en Niza, donde dejaba la puerta entreabierta. A distancia, sin mostrarse en ningún momento, como si fuera un fantasma, Sion les decía que fueran al baño, tomaran la copa de vino que les había dejado, se desnudaran y se vendaran los ojos. A continuación, tenían que dirigirse al dormitorio, en la penumbra, donde él las esperaba y ataba sus manos a la cama.

Después de la relación sexual, cuando las mujeres se quitaban la venda, se producía el “shock” y la tremenda sensación de engaño, vergüenza y hasta asco. Ante ellas no estaba el apuesto Anthony sino un hombre sesentón (ahora tiene ya 74 años) y de físico deteriorado. Algunas huían despavoridas, aunque también hubo la excepción de quien repitió varias veces la experiencia, con los ojos vendados, hasta descubrir la verdad.

Sion fue condenado por actuar “por sorpresa”, que es uno de los supuestos, según la ley francesa, en los que una relación sexual puede caer en la categoría de violación, sin que medie violencia física. La defensa anunció que apelaría la sentencia.

Fuente: La Vanguardia