Nuestros campos se están secando

Al recordar el Día Nacional del Agua y Saneamiento, el gobernador de Oruro señaló que el departamento tiene una cobertura del 86 por ciento de agua y el 50.2 por ciento en saneamiento. El problema está en el área rural porque es ahí donde los humedales desaparecen con el paso del tiempo, tanto así que se tiene que llevar el líquido elemental en cisternas para el consumo humano y en algunas zonas también para el ganado.

En la ciudad capital el abastecimiento de agua potable es del 99 por ciento, frente al 60 por ciento del área rural, y con el paso de los años se hace cada vez más evidente esa escasez del líquido cristalino, considerado por muchas personas como el oro azul.

En algunos países existen protocolos a seguir para cuidar el agua, en las grandes capitales se recicla, se separa de los desechos sólidos y luego se limpia, desinfecta y filtra para su reutilización, es por eso que para beberla a veces prefieren el agua embotellada.

En nuestro país al parecer aún falta concienciarnos sobre el uso del agua, para no abusar de tan valioso recurso. Lo que recomiendan los expertos en materia de ecología es que no se utilice de manera indiscriminada el agua. Bañarse en el menor tiempo posible, para lavarse los dientes, usar un vasito con agua, para lavarse las manos cerrar el grifo mientras nos enjabonamos y mejor si se puede reunir para el respectivo enjuague.

Entre otras recomendaciones se dice que es mejor regar el pasto temprano en la mañana o a partir de las 6 de la tarde porque en horas de sol la misma se evapora demasiado rápido, lavar los autos con balde, y otras sugerencias.

Otras soluciones integrales, las hemos descrito por esta columna en reiteradas ocasiones, pero no está demás repetirlas para que queden fijas en la memoria colectiva y quizás un día sean unas bellas realidades.

En primer lugar se habló de los atrapa nieblas, que en la zona desértica de San Pedro de Atacama, Chile, funcionaron muy bien y hasta se consiguió sembrar hortalizas y flores donde antes de esos artilugios era totalmente árido y seco.

Por otra parte están los atrapa lluvias, unas torres conocidas como Warka Water, con las que se consiguió mayor humedad en el desierto africano en Etiopía. La torre es capaz de captar hasta cien litros de agua potable por día, si funcionó tan bien en África, ¿por qué no probar en el altiplano orureño?

También se tiene un recolector y generador de agua que inventaron estudiantes universitarios de Perú, para dar respuesta pronta a la sequía en el área rural de su país.

Finalmente, se puede forestar el área donde se sufre por la sequía, los árboles, al principio necesitarán ser regados de manera constante, pero conforme pasa el tiempo los mismos árboles atraerán las lluvias.

Está en manos de las autoridades, que sin hacer una gran inversión pueden Subsanar el problema de la sequía que azota al altiplano boliviano y a las comunidades rurales que además buscan reactivar su economía.