Conociendo a los nuestros: Isabel Mesa de Inchauste

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Nuestras salidas al exterior, nos permitieron percibir que son muy pocos los escritores bolivianos que ocupan la atención de grandes editoriales universales. Es cierto que tenemos escritores clásicos que se han ubicado en lugares privilegiados de grandes bibliotecas públicas, como particulares, entre ellos Jesús Lara, Alcides Arguedas, Yolanda Bedregal, por nombrar algunos. Sin embargo, lo paradójico es que los propios bolivianos, no todos por cierto, no conocemos a nuestros valores literarios. Al respecto, se afirma que el avance de los pueblos, queda testimoniado en sus obras escritas.

Debemos reconocer que es una de las más dignas representantes de nuestra literatura infantil y juvenil, reconocida y valorada en el exterior, prueba de lo aseveramos son las ediciones de varias de sus obras por editoriales transnacionales. Gracias a escritoras, como Isabel, lentamente, empero arrolladoramente va cobrando carta de ciudadanía en el campo de nuestra literatura y en nuestra sociedad, en especial en la preferencia de niños, niñas y adolescentes: las obras de literatura infantil y juvenil.

Destacamos, por otro lado, que materializa aquel mundo paralelo con el real que crea la ficción en la creación literaria, ya que muchas de sus obras están contextualizadas en nuestras culturas ancestrales, en nuestra arquitectura, en nuestra naturaleza, en nuestro mundo andino, amazónico, logrando de esta manera testimoniar en sus obras que nuestra patria, BOLIVIA es riquísima, es variada y nos invita a descubrirla para valorarla. Uno de esos canales es la literatura, nuestra literatura.

Si bien los personajes corresponden a nuestro contexto, se universalizan no solo por la aceptación de lectores nacionales o del exterior, sino también porque con mucho acierto combina personajes que son parte del mundo de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes como los dinosaurios, pero también incorpora elementos propios hoy de la tecnología como los juegos electrónicos, así como las preocupaciones por los cambios en la naturaleza debido a la mano humana.

Sin necesidad de fotografiar la realidad, logra que el lector reflexione sobre la temática que nos plantea, que no es simple ficción, sino una realidad, pero enmarcada dentro de lo que significa un texto literario, puesto que la literatura no solo nos causa placer, sino nos invita a la reflexión.

Por todo lo anterior, la participación de Isabel compartiendo sus inquietudes literarias, confesando qué dio origen a sus relatos, cómo creó a sus personajes, las ambientaciones, las motivaciones que tuvo para plasmar en líneas, incluso sus propias experiencias, así como la de otros, fue muy valiosa, puesto que la interacción con los estudiantes, despertó en ellos el deseo de ser lectores, también creadores, por aquello de que: quien lee termina escribiendo, creando por medio de la palabra.

Ya es tiempo de que los bolivianos y las bolivianas vayamos forjando nuestra identidad por medio de nuestros valores literarios, artísticos, culturales, producto de la capacidad creadora, imaginativa de sus gestores, dándoles el lugar que les corresponde, para lo cual debemos también incorporar en las políticas estatales y departamentales la promocionar a nuestros escritores, y la difusión de sus obras, primero en nuestra tierra y luego fuera de nuestras fronteras, siendo el canal valioso: Ferias del libro, Promoción de la lectura desde todos los espacios posibles.

Isabel, es una de las primeras escritoras que nos honró con su presencia en las Ferias de Literatura Infantil y Juvenil que iniciamos en el Colegio “Alemán”, siendo una de sus más asiduas expositoras. Actividades de promoción de la lectura debieran convertirse en políticas estatales, pero también iniciativas de particulares, de la empresa privada, etc., ya que podemos testimoniar que existe una población ávida de conocer a los nuestros, de consumir también literatura.

En la interacción con los y las estudiantes, fue explicando los argumentos de sus obras, motivando de esta manera a que puedan leerlas, pero no simplemente por un afán económico, sino por todo lo que representa ser un lector: “niño que lee, adulto que piensa”

Sus obras capturan el interés de sus pequeños lectores, pero también de los mayores, ya que alguien dijo: no hay flores para la niñez, juventud ni adultez, la flor es flor para todas las edades, lo mismo ocurre con los libros, uno destinado a niños puede embelesar también a un adulto.

Acceder en la compresión de las obras de Isabel no es difícil, puesto que el mismo lenguaje, sin prescindir de los recursos propios de la creación literaria, del texto literario, como la connotación, las metáforas, las comparaciones, personificaciones, etc., antes bien logran hacerlas más atractivas, debido a que la verdadera literatura es por el carácter estético que cobra la palabra, tal como lo define también el programa actual de la Educación Secundaria Comunitaria Productiva.

Resaltamos también su aporte en el aspecto de la investigación sobre la literatura infantil y juvenil de Bolivia, pues una de sus obras figura en la Biblioteca del Bicentenario: “Antología de la Literatura Infantil y Juvenil de Bolivia”, del mismo modo, ha contribuido como fuente no solo de información, sino de valoración a quienes fueron los pioneros en la literatura que nos ocupa en su obra

“Historia de la Literatura Infantil y Juvenil de Bolivia”, que debiera ser obra de consulta obligatoria para los y las docentes.

Ha participado en varias ferias internacionales de Literatura Infantil y Juvenil, así como ha brindado muchas conferencias dando a conocer no solo su obra, sino también de otros compatriotas, incorporando de esta manera a nuestra patria en el ámbito literario universal.

De la jornada del día sábado compartiendo con nuestra escritora, participaron estudiantes de los Colegios “Simón Bolívar”, “Donato Vásquez”, “Antonio José de Sainz”, “Anglo Americano”, “Alemán”1, “Genoveva Jiménez”, Litoral de la localidad de Caracollo, “Los Ángeles de Nazaria Ignacia”, “William Boöth” y “San Miguel” que estuvieron motivados/as por sus docentes: Raquel Pérez Delgadillo, Verónica Torrico Lazarte, Shirley Achata Mollo, Nayda Soliz Uño, Carmen Mamani Huallco, Martha Ramírez Huayta, y Marlene Nayda Soliz Calle y David Ibarra Velásquez.

Conozcamos a Isabel Mesa de Inchauste a través de sus obras: “La pluma de Miguel”, “El espejo de los sueños”, “La truquesa y el sol”, “Trapizonda”, “El revés del cuento”.