De la desnutrición a la obesidad

Cuando se acerca el Día Mundial de la Alimentación, se organizó en Oruro una feria informativa sobre la alimentación y la salud, donde se informó que hasta hace algunos años preocupaba el alto índice de desnutrición en el Departamento, que bajó bastante, pero ahora alarma el hecho de que subieron las cifras de obesidad en niños menores de cinco años.

Y estos extremos se dan por falta de información de parte de los ciudadanos, y en parte el precio de los insumos para preparar la comida.

En cuanto a la falta de información, hay mucha discrepancia entre nutricionistas, ya que para algunos los alimentos saludables son por ejemplo las frutas y verduras, para otros las carnes y las proteínas, muchos se hacen veganos, otros prefieren ser vegetarianos, cetogénicos, frutívoros o también hay condiciones que no permiten a algunas personas consumir algunos alimentos, los celíacos no deben comer carbohidratos, los que tienen anemia deben comer mucha carne.

Hace unos años, en Estados Unidos, se hizo un análisis de lo que ocurría con la población de escasos recursos económicos, se llegó a la conclusión de que los niños de padres pobres eran más obesos que los que tenían buenas posibilidades de dinero, y es que los pobres tendían a consumir más chatarra porque era más barata y las madres que salían a trabajar no tenían que cocinar, por lo que para ellas era una solución práctica, pero poco saludable.

Pese a que comer saludable no es tan barato, hay que considerar en hacer un esfuerzo porque un gran porcentaje de la buena salud depende de la alimentación, aunque también intervienen los ejercicios y el descanso.

Ahora, hay que convenir en qué se considera saludable. La alimentación ancestral en Bolivia consistía en comer granos, como la quinua, llamada también el grano de oro por su alto valor nutricional, con carne de llama y papa.

No obstante, para quienes siguen una dieta cetogénica, ni granos, ni papa, nada de azúcar ni carbohidratos, porque según sus adeptos, lo que debe primar en una dieta saludable son las proteínas y las grasas, es decir, carne y grasa que no provenga de los granos. Porque según sostienen, cuando se alimenta al cuerpo con demasiados carbohidratos, se produce un rebalse en el depósito de insulina, que se convierte en grasa residual, muy peligrosa para el organismo, pero cuando al cuerpo le sobra la grasa, para obtener su energía la quema y por eso se adelgaza, además que se producen unas hormonas llamadas cetonas que alimentan los músculos y el cerebro.

Sin embargo, para los médicos convencionales, el consumo de carne y grasa es todo menos saludable, siempre aconsejan consumir más frutas y verduras, pero sólo las verduras verdes tienen menos carbohidratos y las frutas tienen mucha azúcar, es cierto que es mejor que la procesada, pero sigue subiendo el nivel de insulina.

Es bueno que se siga investigando al respecto y se uniformen los criterios para que la población mundial sepa qué hacer respecto a la alimentación saludable.