EDITORIAL

Vaya qué semana que hemos tenido los bolivianos, movilizaciones, movilizaciones y más movilizaciones, marchas de protesta, manifestaciones, bloqueos, huelgas de hambre, unos con justas reivindicaciones y otros sin tener la razón. La pregunta es ¿Cuándo trabajamos?

Si bien las medidas de presión son una forma de hacerse escuchar para lograr algún objetivo, lo que llama la atención es la indiferencia que demuestran las autoridades de turno.

Cuando todos participamos del derecho al voto, tenemos entendido que elegimos a la gente idónea que pueda manejar los destinos de una región, un departamento, un país y a través de ese voto depositamos nuestra confianza en gente que sabemos responderá, para que con trabajo se construya una mejor nación.

La soberbia, la ebriedad que deja el poder en las autoridades, no nos deja ver más allá de nuestras narices y creemos que tenemos la razón en todo o acaso esto es llamado ¿dictadura?

Debemos reconocer que el país desde hace tiempo dejó de tener verdaderos líderes, que apacigüen a las masas con una palabra, como se mencionada cada vez en la misa de los domingos “una palabra tuya bastará para sanarme”, pero aquello no ocurre, no señor.

A raíz de los conflictos hablamos con muchos jóvenes y les preguntamos qué es de lo que pensaban de la situación del país, un grupo dijo que están cansados de las movilizaciones, que no pueden pasar clases en paz debido a las detonaciones de la dinamita y los petardos.

Mientras que otros dijeron que falta una persona que aprenda a dialogar desde el lado de las autoridades para solucionar los problemas. De todas las respuesta hay una que queremos rescatar, nos indicaron que para cada conflicto se debería hacer un análisis que permita encontrar soluciones de acuerdo a la realidad que viven los sectores en conflicto.

Eh… ¡muy cierto!, los jóvenes dieron en el blanco, es verdad que el diálogo puede llegar a solucionar cualquier tipo de problema, obviamente no se podrá satisfacer a todos en todo lo que demandan, pero sí se pueden encontrar puntos medios que no lleven el problema a un caos.

Señores autoridades la “vox populi” juvenil pide diálogo o no ¿hay capacidad?, creemos que sí la hay, pero para llegar al diálogo es momento de despojarse del color partidario que se lleva en el pecho, alejar cualquier tipo de interés político que arruina el país y dejar de lado la soberbia que invade el ser.

Es hora de pensar en el bien común del país, es hora de trabajar, pero en serio, roguemos al Divino Creador para que esta semana que viene ilumine la mente de las autoridades y todo llegue a un feliz término.

Dehymar Antezana - Editor Tu espacio

Fuente: La Patria