Martes 12 de octubre de 2021

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Al recordar el 10 de Octubre de 1982 hay preocupación porque utilizando la fuerza el grupo sectario del totalitarismo dominante no permita que el pueblo forje su propio destino y pueda vivir en democracia.
En tal virtud, de aquí en adelante, se tiene muchas tareas que cumplir si queremos que el país sea un ente nacional democrático y soberano.
Se debe trabajar con verdadera pasión poniendo atajo a toda señal de querer modelar un régimen político socialista que provoque inestabilidad, confusión y desorden.
No puede ser que la nación sea vista como una región donde se da cabida a la división, al encono y a la violenta refriega entre los mismos bolivianos.
Por esa circunstancia y a fin de que no sean presas fáciles de los renegados izquierdistas, se debe cuidar a las nuevas generaciones las cuales deben tener una formación individual calificada para aportar a la superación del nivel de vida.
En las aulas se tiene que profundizar la enseñanza con un amplio curricular de estudio para tener lúcidos ciudadanos que demuestren capacidad, suficiencia y entusiasmo para servir a la Patria en una nueva era que nos avale prosperidad.