Producción y exportación de minerales logran crecimiento de nuestra economía

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Como no sucedió en anteriores gestiones, en la reciente consignada en el primer semestre del año en curso (ene –jun) la actividad minera del país, su producción y exportación, generó un millonario monto por concepto de regalías mineras que alcanzó a los 758.59 millones de bolivianos, favoreciendo muy especialmente a los distritos en los que se produce la actividad minera, pero de manera general, contribuyendo a fortalecer nuestra economía nacional.

Los datos oficiales corresponden al Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) dependiente del Ministerio de Minería, por lo tanto se verifica un crecimiento importante en el rubro de la minería que influye en la economía nacional y permite a los distritos productores un significativo porcentaje de esas regalías que harán posible el cumplimiento de ciertas metas programadas en las respectivas gobernaciones.

En el último tiempo se ha producido un cambio especial en el orden productivo minero, consignando al departamento paceño como el segundo en producción tomando en cuenta las operaciones auríferas que se incrementaron en los ríos del norte paceño abriendo una intensa actividad a un nuevo sector dedicado al lavado y rescate intensivo de oro, negocio que por sus características mueve un bajo nivel de inversiones, especialmente en materia de mecanización, son muy pocos los inversionistas del ramo, pero muchos los “lavadores”.

Crecimiento objetivo

Nuestro sistema administrativo financiero suele incorporar eventualmente algunos porcentajes de crecimiento sectorial, gracias a buenos negocios que se ejecutan en temporadas especiales y en sectores estratégicos de la diversa producción nacional, como exportaciones agropecuarias, diversificación de la industria manufacturera, mayor índice en el ramo de la construcción y otras variantes que sin embargo, no alcanzan los niveles que por su valor producen las exportaciones de minerales y metales.

En ese sentido, hay que recalcar que el Primer Mandatario del país, a través de su cuenta personal, destacó el crecimiento del sector minero en una proporción del 52,4% en el primer semestre (ene – jun) del presente año. Hace mención a que “sólo el mes de julio”, las exportaciones de minerales llegaron a 438 millones de $us.

Otros datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística INE, reiteran que la minería presenta de enero a junio de la gestión presente una variación acumulada positiva del 52.4 % a diferencia del decrecimiento del año pasado que marcó 39.3% en el mismo tiempo, atribuyéndose entonces el problema a la aparición de la pandemia y las limitaciones que debieron aplicarse en la minería, para cuidar especialmente el “material humano” que fue reducido a turnos especiales, bajando de ese modo el ritmo de producción, que según la misma fuente, actualmente se recupera activamente.

El INE ratifica que el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) de la minería, presenta en medio año la variación acumulada del 52.4 % a diferencia de lo que ocurrió en la pasada gestión. Este hecho, dice el INE, muestra que el sector de la minería, continua en franco proceso de recuperación.

Se complementa la información revelando que la recuperación del sector se debió especialmente a la incidencia de precios en la producción de la plata en una proporción del 67 %, el caso del estaño que subió un 58,9% y el zinc que también mejoró su precio en 50.5 %.

Este alentador proceso de precios para la venta de minerales y también la exportación de algunos metales coincide con la alta demanda de concentrados en las grandes industrias de países europeos, también en la China y no menos requeridos en el enorme mercado de Norteamérica donde crece el comercio de tipo industrial y paralelamente la demanda y oferta de los nuevos vehículos eléctricos que entran – obligadamente – al gran mercado de las baterías de litio

He ahí… la motivación para encarar la industrialización del litio, punto clave en nuestro país, poseedor de la mayor reserva de esa materia prima en la región sudamericana, pero el más atrasado en los procesos de su transformación para competir con países vecinos y otros, en la fabricación de baterías de litio.

Sin embargo el negocio no es tan simple, aún siendo poseedores de la mayor reserva de litio en el extremo sur de nuestro continente, compartiendo el sitio con los vecinos, Chile y Argentina, este segundo trabajando activamente en la industrialización de su litio, para desarrollar cuanto antes la producción de las baterías de ión-litio, una etapa en la que demoramos bastante por falta de una política estratégica que ubique como prioridad, el tratamiento del litio.

Según destacados analistas, el asunto será de larga data, tomando en cuenta que hay aspectos financieros, tecnológicos, logística profesional, carencia de proyectos “concomitantes”, con la demanda externa y la capacidad productiva sin que los mismos sean “contaminados” por factores geopolíticos, algo que lamentablemente incide negativamente en el proceso de encarar el arranque efectivo y el desarrollo del proceso de transformación industrial del litio.

Inversiones mineras

Tomando en cuenta la situación actual, los expertos y algunas promotoras del desarrollo, coinciden en señalar “que no debe desaprovecharse” este buen tiempo de precios internacionales y el crecimiento de la demanda de más concentrados al sector minero, para inducir inversiones de capitales privados especializados y del Estado si entra en la onda productiva, para impulsar decididamente al sector minero – metalúrgico, en una etapa de consolidación de su asentamiento como “el principal rubro productivo del país” y por lo mismo el mayor generador de ingresos a través de regalías por producción y exportación de la riqueza minera nacional.

Lógicamente el proceso requiere de ciertos incentivos, financieros especialmente, legalmente garantizados, profesionalmente elaborados y que respondan a la demanda energética e industrial del crecimiento internacional.

Fuente: Agencias. Medios. PM.