Intereses contrarios al bien común

Los cambios producidos en el mundo debido al coronavirus que lo ha trastornado todo, han determinado que existe el temor en la sociedad que haya despreocupación y descuido en la colectividad por todo lo que importa su seguridad y tranquilidad; hay niños y jóvenes ajenos al diario vivir porque, para empezar, sus padres han visto transformadas sus vidas y la necesidad de sobrevivir los ha mantenido postrados en el descuido y hasta la desidia.

La delincuencia en muchos países ha adquirido suma gravedad y las autoridades se ven incompetentes para encarar con éxito la lucha contra el delito, especialmente en las grandes ciudades. En cada país, en cada pueblo es la población la que tendría que adoptar medidas que impidan males a las familias, especialmente a niños y ancianos que casi siempre se sienten desamparados. Las mujeres están expuestas a peligros que hasta hace diez años eran raros.

Es preciso, pues, que se repongan valores a través de la práctica de virtudes que han sido suprimidas en muchas esferas de la colectividad. Se deben retomar las cualidades de vida y emprender acciones con miras a vencer cualquier dificultad. Los gobiernos, solidariamente, deberían emprender campañas en pos de la seguridad del bien común y cambiar procedimientos de sus cuadros policiales para que sean más dinámicos y efectivos en luchas contra el delito y más perspicaces para enfrentar los males que asechan adoptando posiciones enérgicas contra quienes están dispuestos a apoderarse de lo ajeno y, sin temor alguno, llegar a extremos como quitar la vida a inocentes.