¿Símbolo de unión o de división?

En Bolivia existe una gran diversidad de naciones y culturas, son 36 pueblos indígenas originarios que cohabitan con los citadinos de habla castellana y obviamente diferentes ideologías. Los pobladores del Occidente no se sentían plenamente representados por la tricolor boliviana, aceptada como símbolo nacional cuando se fundó la nueva República.

Cuando el partido político del aymara Evo Morales llegó al poder, se quiso recuperar esa identidad de pueblos indígenas, por lo que impusieron la wiphala como símbolo nacional, según el propio Morales un “símbolo de unidad, dignidad, solidaridad, diversidad y lucha de los pueblos libres contra toda forma de racismo”, para una parte de los bolivianos eso es así, pero para otra parte de Bolivia, la wiphala no los representa.

Ambas posiciones están totalmente enfrentadas, ninguno cede y la wiphala, en lugar de ser un símbolo de unidad, de esta manera, se convirtió en la representación de la división y la separación de los bolivianos, porque además de imponer la bandera de los cuadros de colores, como símbolo nacional se cambió el escudo de armas como representación del Estado Plurinacional de Bolivia, en todos los documentos oficiales y en las legaciones internacionales, por una cruz de chakana.

Es cierto que, en la Constitución Política del Estado, CPE, dejó sentado que la wiphala es un símbolo nacional y que hay que respetarlo como tal, pero también es verdad que no puede reemplazar a la tricolor ni ocupar un sitial de mayor rango porque no todos se sienten representados por ella, al contrario de lo que ocurre con la rojo, amarillo y verde.

Por otra parte, se denunció que el ministro de Gobierno llevaba en su bolsillo una wiphala doblada y maltrecha, eso constituiría también una afrenta a dicho emblema nacional, ya que hay un reglamento y protocolo de uso de los símbolos patrios, en especial del escudo y la bandera.

Ahora, reflexionemos un poco, los cambios siempre provocan cierta resistencia, a nadie le es fácil aceptar que las cosas sean diferentes, la mayoría se resiste al cambio por miedo a lo desconocido, así que no se puede pretender encarcelar a todo el que rechaza la wiphala, pero sí se le puede sancionar de acuerdo al reglamento sobre su utilización.

La tricolor debería ser izada como principal, quizás a los cruceños, quienes retiraron la wiphala de su mástil esperaban que en el medio apareciera la tricolor, como la bandera más importante, pero en su lugar había una colorida bandera a cuadros, es decir, la wiphala.

Si nos apegamos a la letra muerta, se tendría que encarcelar también a muchos hinchas de la selección boliviana porque llevan, a los partidos de fútbol, la bandera como capa, las modelos que la usan sobre su cuerpo también infringen la ley porque la bandera debe tener un tamaño reglamentario, no se puede usar en cualquier parte ni en cualquier momento, entre otras normas.