Urea, el fertilizante estrella

La urea es un fertilizante que se usa en casi todo el mundo, porque ayuda a flores, plantas y cultivos a crecer sanos, fuertes y abundantes en follaje, además que el nitrógeno que posee este químico hace que se acentúe el color de esos seres que pertenecen al reino vegetal.

El mismo es ampliamente utilizado en el Oriente de Bolivia, para los cultivos, y ahora se repartirá entre las comunidades del Occidente, para apoyar a los campesinos que requieren de alimento y forraje para su ganado, en momentos en que por la sequía que azotó a muchas localidades los ingresos económicos mermaron de manera significativa.

Según se informó, antes de distribuir la urea se capacitará a los productores en el manejo de dicho fertilizante puesto que si se usa en escasa cantidad no tendrá efectividad, pero si se coloca en demasía podría quemar las plantas, por lo tanto, hay que saber cuándo, a qué temperatura y en qué cantidad utilizar este fertilizante químico.

Es un paso para mejorar la producción de quinua, papá y otros vegetales que se producen en el Altiplano, que por cierto hace mucho que se debió implantar esta solución para las sequías y otras dificultades que tuvieron que enfrentar los campesinos del Occidente, de todos modos, mirando hacia el futuro, es bueno recurrir a una estrategia que tiene probados resultados.

Aunque se tiene esa solución en puerta, también se deben explorar otras alternativas para mejorar no sólo la producción agrícola, sino también solucionar el daño medioambiental que se ha ocasionado en esta parte del planeta, ya que es una responsabilidad de todos, el cuidado de la naturaleza.

La sequía de humedales como los lagos Poopó y el Uru Uru, se debe al desvío de las aguas del río Desaguadero para el riego y la minería, por lo tanto, se debe pensar en una distribución más equitativa del líquido elemento, y explorar otras formas de llenar estos y otros humedales de la cuenca cerrada del Altiplano.

Con soluciones integrales se puede lograr el repunte de la producción agrícola y pecuaria, ya que como en todo ecosistema, cuando una parte de la naturaleza sana, toda la biodiversidad se beneficia, por lo tanto, aplaudimos la iniciativa de traer la urea al Occidente, pero no se debe descuidar otras alternativas de solución a la crisis del agro.

Campañas como las de adoptar un árbol, cuidar las plantas o árboles del barrio donde habita cada persona, hacer limpieza de calles, ríos o lagos, evitar el uso excesivo de recursos como el agua, reciclar, reutilizar y reducir, son pequeños pero significativos aportes que cada ciudadano puede hacer para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos.