Bajas regalías generadas por la actividad minera no cubren necesidades de Oruro

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El tema de las regalías mineras en Oruro es motivo de eventual observación, cuando por cierta circunstancia especial, en alguna entidad local se revisan los montos de ingresos que constituyen el presupuesto departamental y que a la hora real, es una mísera partida financiera, considerando que se trata de un 3% aplicado a la producción y comercio de nuestros minerales.

Años atrás, en una de las últimas gestiones de la todavía Prefectura Departamental, la autoridad en funciones generó desde esa institución un movimiento cívico con amplio respaldo institucional, demandando un trato justo para Oruro en materia de concesión de regalías. El reclamo se escuchó en el Palacio de Gobierno desde donde se instruyó a tres ministros revisar el tema de impuestos y regalías y establecer para Oruro, un tratamiento equitativo en la concesión del impuesto regalitario que responde a una norma “rescatada” y aplicada en la Ley Minera 535, promulgada en mayo del 2014.

E n las actuales condiciones en que se desenvuelve la administración de la Gobernación, es evidente que la ejecución de los pocos planes de desarrollo que se plantean, quedará rezagada por las limitaciones de presupuesto y la carencia de incentivos “oficiales” para satisfacer inquietudes locales.

Está claro, lo poco que se hace corresponde a una línea irregular de ingresos que son parte de lo que mueve el comercio informal, instalado en las calles de un sector ya conocido por la presencia del contrabando que genera más dinero que el producido legalmente por las exiguas regalías mineras. La apreciación parecería ridícula, sin embargo cuando se suman cifras de ingresos reales y se cuenta el dinero, gran parte dolarizado, el resultado es preocupante; el que llega por la vía ilegal es mayor al de las regalías que se producen legalmente y el efecto es simple, nuestra economía está sostenida por el comercio irregular y lo poco que se hace (en materia de proyectos) es la muestra del mísero presupuesto que tienen la Gobernación e incluso el Gobierno Municipal.

Este es el tema que observado fríamente, nos deja a los orureños, ante una realidad que merece decisiones muy concretas para mejorar nuestro rubro de ingresos por la vía estatal, insistiendo en modificaciones reales que respondan a iguales necesidades del desarrollo local y que las mismas sean favorecidas con justas regalías.

Indudablemente se trata de un tema muy complejo, la realidad que vivimos es una muestra del atraso reinante, con proyectos de mínima cuantía, con una serie de obras pendientes para mejorar condiciones de simple urbanismo y lo más preocupante, con muy reducidas posibilidades para disponer inversiones que encaminen proyectos productivos y planes de desarrollo en función de las expectativas ciudadanas, propiamente paralizadas por carencia de recursos.

Producción e ingresos

Parece no manejarse adecuadamente en los niveles superiores las economías regionales, es que en el caso de la producción y exportación de minerales, se producen importantes variables, sujetas a los precios que rigen en mercados internacionales y que arrojan resultados positivos para el comercio de nuestras materias primas exportables, minerales y metales, en periodos especiales con precios excepcionales, cuyo rendimiento no es objetivamente administrado para compensar el aporte regional que engrosa el presupuesto nacional, pero cuya cuota parte por concepto de utilidades a la producción de materias primas exportables, muy claramente los minerales y metales, se paga con ostensible demora, postergando los intereses regionales.

Debido a la pandemia reinante (Covid-19) las actividades mineras han confrontado alteraciones debido a la reducción programada de personal que estuvo aislado para evitar contagios y problemas propios del mal, sin embargo paralelamente en los principales mercados externos se han registrado precios favorecidos con ciertos incrementos que han compensado la eventual caída en las cotizaciones del comercio de minerales.

Mayores utilidades

En la perspectiva de lograr mejores ingresos “reales” por efecto de la producción y exportación de minerales, se tiene previsto que hacia fines del presente año, la exportación de minerales llegará a cinco mil millones de dólares (5.000 MM $us), constituyendo el hecho, una cifra record en la materia, aspecto que se da por hecho, tomando en cuenta que al primer semestre nuestra venta externa de minerales llegó a 2.551 MM de dólares. Con el mismo ritmo productivo que se desarrolla en la minería nacional, pese a la pandemia, se prevé que la producción se mantendrá invariable, asegurando la obtención de los 5.000 MM de $us.

Se recuerda que el pasado año (2020) se exportó 198.960 toneladas métricas finas (TMF) de minerales y metales, por un valor de 1.294 millones de $us, en tanto que en al año presente, al primer semestre ya se comercializaron 287.727 TMF de minerales lo que equivale a un monto de 2.551 MM de dólares. El rendimiento en el medio año que avanza llegará a los 5.000 MM de $us.

Entre otros minerales, la exportación también generó mayores ingresos, por ejemplo en el caso del oro se vendió por un valor de 939 MM de $us. El zinc se exportó por $us 640 millones, la plata por 538 millones, el estaño 249 millones y el plomo por 94 millones de $us. El incremento de ventas es muy importante si se toma en cuenta que la venta de oro subió en 80%, el zinc en 80.5%, la plata 155% y el estaño que subió su venta en 191%. El informe oficial de la dependencia minera del Estado, completa la relación, señalando que los principales compradores fueron la India, el Japón y China, luego los Emiratos Árabes, los EE.UU. y otros países de Europa. Estos mismo compradores están demandando ya la compra de más minerales y metales bolivianos.

Fuente: Medios.