El problema es la interpretación

En el penúltimo día del mes de agosto se organizó una actividad para socializar las leyes contra la violencia, ya que a la fecha se registran 85 feminicidios y al menos 20 infanticidios, situación que preocupa a los municipios donde ocurren esos hechos.

En esa ocasión se preguntó a los panelistas sobre la ley 1173, porque al parecer no cumple el objetivo para el que fue creada, puesto que según se explicó, su finalidad es la de evitar la retardación de justicia, que los procesos tanto judiciales como los investigativos sean más rápidos, pero, según la conclusión presentada entonces, el problema es la interpretación que se hace del contenido de la ley.

Es inaudito que personas con sentencia por haber ejercido violencia contra una víctima, sean liberadas porque la sentencia aún no estaba ejecutoriada, y que se habrían cumplido los seis meses de detención preventiva.

Para evitar que los maltratadores o perpetradores salgan de la cárcel, para buscar a su víctima y ensañarse aún más con ella, se podría usar recursos jurídicos como el que utilizaron contra Áñez, ya que esos criminales con sentencia son más peligrosos que la exmandataria.

Los mismos acusadores y quienes quieren mantener a la expresidente en la cárcel señalan que la misma se victimiza, ¿qué peligro puede significar alguien que se siente víctima de la justicia?, ¿por qué no darle detención domiciliaria o permitir que se defienda en libertad?

Al menos los perpetradores salen de la cárcel cargados de odio, llenos de rabia y rencor, por lo tanto, ¿por qué ellos sí están libres?, ¿es por la bendita interpretación que le dan a la ley?

No somos quienes para juzgar a las personas, para eso están los jueces, quienes, sobre la base de las pruebas y comprobación de los hechos toman una decisión respecto a la culpabilidad de los acusados, pero mientras tanto se presume su inocencia.

Estamos nuevamente ante el escenario en que se defiende a los culpables, a los delincuentes y a los perpetradores, mientras se condena y tortura a las víctimas, es necesario hacer una revisión más que de las leyes, de la interpretación que se hace de ellas, recordemos que por una mala interpretación de una de ellas el expresidente Evo Morales se hizo habilitar para las elecciones presidenciales, cuando su participación era imposible porque nadie la aceptaba.

Recordemos que nadie puede adaptar las leyes a su antojo y según su conveniencia, sino que se deben cumplir a cabalidad y por su carácter universal deben funcionar de la misma manera para todos, por tanto, cuidado con las malas interpretaciones que se hagan de ellas, de lo contrario será mejor que se cumplan a letra muerta.