Los gorros rojos, realidad o fantasía

Dos personas de un grupo denominado “Wila Lluch’us” difundieron en redes sociales un video en el que amenazan con quemar la casa de la presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Apdhb, por defender a la exmandataria Jeanine Áñez y haber manifestado su apoyo a los jóvenes de la Resistencia Juvenil Cochala.

En el video se menciona que son un grupo afín al partido de gobierno y que defenderán el proceso de cambio a costa de todo, anteriormente ya habían amenazado con una guerra y con quemar a opositores, a quienes llaman golpistas. Sin embargo, el oficialismo, a través del ministro de Gobierno señaló que se trata de un video montado y aseguró que ese grupo irregular no existe, minimizando la denuncia de la presidente de la Apdhb.

Entretanto la presidente de la Apdhb les conminó a dar la cara, ya que aparecen con barbijos, además que se mostró dispuesta a dialogar con esas personas. Entre las reacciones de apoyo a la activista estuvieron expresidentes, autoridades de la oposición e inclusive desde la Asamblea Permanente de Derechos Humanos a nivel internacional, se pidió al Gobierno garantizar la seguridad de todo el personal de la Apdhb.

Asimismo, el expresidente Evo Morales, señaló que ese grupo no existe y tampoco es afín a su partido, pero las fotografías delatan lo contrario. Por otra parte, diferentes opiniones convergieron en destacar, que ese grupo armado debía ser investigado de oficio al tratarse de amenazas públicas las que profirieron, pero una vez más señalamos que para el ministro de Gobierno supuestamente ese grupo no existe.

No se puede tapar el sol con un dedo, el grupo existe y envía amenazas contra opositores, lo que no queda claro es si cuentan con la anuencia y simpatía del MAS, o si están legalmente ligados, o simplemente son simpatizantes del Gobierno y quieren defenderlo infundiendo miedo en la población.

Como sea esas personas están lanzando duras amenazas y deben ser investigadas, para seguridad de todos los ciudadanos que quieren vivir en paz. Es un asunto que no debe ser minimizado, porque si en realidad llega a pasar algo, ¿quién responderá por los daños?

Es cierto que uno defiende a quienes le apoyan, pero cuando los actos de sus seguidores riñen con la moral, la ética y las buenas costumbres, además incitan a la violencia no deben ser pasados por alto, el Gobierno, le guste o no la cara de algún ciudadano, debe defenderlo ante cualquier amenaza, de esa manera se irá construyendo la cultura de paz, que se pregona desde el poder político.

Las personas que amenazan por las redes sociales existen e hicieron campaña por la tienda política que gobierna el país, deben ser identificadas e investigadas, inclusive por el hecho de que está desprestigiando a las mismas autoridades gobernantes y les está restando credibilidad.